Si hay un plato del que todo el que se considere español es fan, ese son las croquetas. Para hacer estas rica receta hace falta tener tacto y echar las cantidades exactas. Hay croquetas de todo tipo y de muchos sabores. Incluso las hay bien hechas y mal hechas. Todos hemos pedido una ración pensando que estarían buenas y su masa estaba seca y dura. Y A veces nos hemos pasado con la bechamel y nos han salido líquidas. Pero todo el que las hace lucha contra un elemento que puede ocurrir siempre.
Ese elemento es el de evitar que se abran. Ya sean de jamón, de bacalao, de pollo o de cualquier otra cosa que quieras ponerles, hay que intentar que, en la freidora, no se abran y se echen a perder. Deben estar enteras y crujientes. Por eso mismo, os vamos a dar unos trucos para que las croquetas te queden bien cerraditas para que a la hora de freírlas no se rompan. Así que coge lápiz y papel y apunta tanto cómo freírlas, cómo rebozarlas y qué pequeños trucos hacer para que te queden perfectas, como si de un restaurante se tratara.
4Hay que rebozar correctamente las croquetas
Otro de los puntos críticos para que no se te abran las croquetas es hacer un buen rebozado. Antes de ponerte manos a la obra a rebozarlas, mételas durante un ratito en la nevera. Cuando estés frías puedes rebozarlas y así no se abrirán con tanta facilidad.
A la hora de ponerlas en el huevo, el huevo debe estar muy bien batido. No deben quedar grumos. Primero reboza las croquetas en harina o en pan rallado finísimo. Luego báñalas muy bien de huevo y luego las pasamos por pan rallado de nuevo.
Como decíamos antes, si el segundo pan rallado es más grueso, quedarán mucho más crujientes. Y sobre todo, tras haberlas rebozado, las dejamos reposar unos 10 o 15 minutos. Así, el pan rallado se adherirá por completo a las croquetas y no se separará y no se abrirán.