Si hay un plato del que todo el que se considere español es fan, ese son las croquetas. Para hacer estas rica receta hace falta tener tacto y echar las cantidades exactas. Hay croquetas de todo tipo y de muchos sabores. Incluso las hay bien hechas y mal hechas. Todos hemos pedido una ración pensando que estarían buenas y su masa estaba seca y dura. Y A veces nos hemos pasado con la bechamel y nos han salido líquidas. Pero todo el que las hace lucha contra un elemento que puede ocurrir siempre.
Ese elemento es el de evitar que se abran. Ya sean de jamón, de bacalao, de pollo o de cualquier otra cosa que quieras ponerles, hay que intentar que, en la freidora, no se abran y se echen a perder. Deben estar enteras y crujientes. Por eso mismo, os vamos a dar unos trucos para que las croquetas te queden bien cerraditas para que a la hora de freírlas no se rompan. Así que coge lápiz y papel y apunta tanto cómo freírlas, cómo rebozarlas y qué pequeños trucos hacer para que te queden perfectas, como si de un restaurante se tratara.
2La calidad de los ingredientes
Otro de los puntos que hay que tener en cuenta es que las croquetas deben ser de muy buena calidad. Hay que fijarse en usar pan rallado grueso. Hay a mucha gente que le gusta más el pan rallado fino, pero esto es peor para que se abran las croquetas.
Por eso, siempre mejor hacerlas con un pan rallado algo más gordito. Así, si las empanamos con una capa o incluso con 2, será suficiente para que aguanten enteras. Antes de freír las croquetas, hay que tener en cuenta un punto importante.
Lo mejor es dejarlas una media hora reposando a temperatura ambiente antes de echarlas al aceite. Esto tanto en croquetas congeladas como en las que son caseras y están hechas de casa. Lo hacemos para que no haya un contraste grande de temperatura en el alimento, ya que esto puede provocar la rotura.