El director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España (Aedive), Arturo Pérez de Lucia, ha mostrado su confianza en que este año se dará a conocer algún proyecto de construcción de una gigafactoría de baterías en España.
«No podemos perder el tren», ha reivindicado el directivo en una entrevista, en la que ha asegurado que ya se trabaja en este aspecto y que hay empresas como LG o Schneider Electric que han mostrado su interés.
«Yo espero que tendremos noticias este año, porque es algo en lo que se lleva trabajando intensamente desde hace más de un año y ya se empiezan a concretar las características de los proyectos», ha apostillado, tras lo que ha añadido que en la actualidad el mundo vive una revolución «industrial, tecnológica y de servicios en la movilidad eléctrica» y es la primera revolución a la que España llega a tiempo.
Para él, el vehículo eléctrico será más eficiente desde el punto de vista medioambiental y económico en la medida en que sus elementos se puedan fabricar y ensamblar a nivel local (entendiendo España como local). España ya cuenta con factorías que producen coches eléctricos, pero también otro tipo de vehículos como autobuses o motocicletas ‘cero emisiones’. Además, a nivel nacional existen fábricas de baterías de segunda vida, para dar otros usos a baterías ya utilizadas.
Una factoría de baterías en España nos permitiría tener una economía circular en torno a la movilidad eléctrica», ha explicado, incidiendo en que España cuenta con la segunda mina de litio más grande de Europa, uno de los elementos utilizados en la construcción de este tipo de componentes del coche eléctrico.
Además, también ha subrayado en que en el territorio nacional existe un ecosistema de la movilidad eléctrica «muy importante», aunque no tanto en matriculaciones, porque además de vehículos también se fabrican puntos de recarga y componentes de los mismos.
NORMATIVA «DE EMISIONES WLTP
Sobre las críticas del sector de la automoción a la no modificación del impuesto de matriculación con la entrada en vigor de la nueva normativa europea de emisiones WLTP, que cambia los parámetros de medición de gases de los vehículos haciéndolos más estrictos, Pérez de Lucia ha asegurado que entiende la «crispación», pero ha defendido que son criterios que hay que establecer «ya» si se pretende conseguir los objetivos.
Ha reconocido, no obstante, que el cambio al WLTP llega en un momento «muy complicado», ya que la pandemia crea «ciertas circunstancias que hacen más complejo el modelo de negocio de los fabricantes», pero para él la normativa WLTP es «más realista y honesta» con el usuario.
Según el directivo, para que España se sitúe a la cabeza de Europa en cuanto a ventas de vehículos eléctricos es necesaria una «combinación de factores» que incluya un plan de incentivos «coherente, sencillo en su tramitación y continuado» y una política fiscal que elimine las barreras.
También ha indicado que el vehículo híbrido enchufable se posiciona como una tecnología de transición hasta que la ciudadanía asuma que el coche eléctrico puede cumplir con sus expectativas. «Yo creo que nos queda poco más, porque, con un vehículo que pueda cubrir 500 o 600 kilómetros de autonomía real y un desarrollo de infraestructuras aceptable, ningún usuario de vehículo eléctrico tendrá miedo. Mientras tanto, el híbrido enchufable cumple esa importante función», ha añadido.
Por ello, ha recordado que España ya cuenta con varias fábricas de modelos híbridos enchufables y ha asegurado que la transformación de esas plantas a modelos ‘cero emisiones’ es «muy fácil», ya que solo habría que eliminar la línea del motor de combustión. «Sería muy sencillo ese cambio, por lo que no nos tiene que preocupar más allá de que sea el mercado que nos diga cuándo el híbrido enchufable dejaría de tener sentido», ha sentenciado.