Una fístula anal es el término médico para un túnel infectado que se desarrolla entre la piel y la abertura muscular al final del tubo digestivo (ano). La mayoría de las fistulas anales son el resultado de una infección que comienza en la glándula anal. Esta infección causa un absceso que drena espontáneamente o debe drenarse quirúrgicamente a través de la piel cerca del ano. Luego, este tipo de dolencia forma un túnel bajo la piel y se conecta con la glándula infectada.
Generalmente es necesario realizar una cirugía para tratar este tipo de dolencia anal. Si quieres saber más sobre este tipo de infección, solo tienes que seguir leyendo este artículo. Conocerás cómo tratarlo y prevenirlo.
Diferentes tipos de fístula
Por desgracia, las fístulas pueden aparecer en muchos lugares del cuerpo pero lo hacen con mayor frecuencia alrededor del ano. Es lo que se llaman fístulas perianales. Otro tipo común de esta dolencia es la que se desarrolla entre los bucles del intestino. Pero también pueden desarrollarse entre el recto y la vagina, entre el intestino y la piel, entre el intestino y la vejiga, entre la tráquea y el esófago y en otros lugares.
Por lo que tampoco hay sitios fijos en los que sí o sí vaya a salir, puede tener más incidencia en algunas partes del cuerpo pero, para nada, son fijas. Si crees que puedes tener alguna, sea en la zona que sea, lo mejor que puedes hacer es consultarlo con tu médico para que él te asesore.
Causas
Las fístulas se pueden desarrollar de varias formas, según el tipo de dolencia que sea y de su ubicación, fundamentalmente. Las anales se forman con mucha frecuencia debido a un absceso anal. Si el absceso no se ha curado correctamente, puede provocar el desarrollo de esto. De hecho, se estima que el 50% de personas que tienen un absceso anal pueden desarrollar una fístula más tarde por lo que es bastante proclive.
Estas se forman en el aparato digestivo y también pueden haberse desarrollado tras una cirugía, tras una radioterapia para el cáncer o por una lesión traumática. Algunas enfermedades como las enfermedades de transmisión sexual y la diverticulitis también pueden causar fístulas. Y hay otras como la fístula traqueoesofágica (FTE) que puede desarrollarse en un bebé durante el embarazo.
Tratamiento
Este tipo de dolencia en la mayoría de las ocasiones se eliminan con cirugía. Pero esto suele tratarse de la siguiente manera: el personal médico diagnostica la fístula y decide cuál es el mejor plan de acción, dependiendo del tipo que sea y de su ubicación, todo depende de esto. Aunque otra forma de tratarla es mediante el uso de un catéter para drenarla. Normalmente se usan para tratar las que son pequeñas y como modo para controlar la infección.
También existen otros tipos de tratamientos, por ejemplo se pueden cerrar con un tipo de pegamento denominado pegamento de fibrina, que se puede utilizar para sellarla cuando sea necesario. Además, se puede emplear un tapón para taparla. En otros casos, se puede tratar con medicamentos pero tienes que saber que la mayoría se solucionan con éxito.
Síntomas
Como estás viendo, el sitio donde se encuentren es sumamente importante y a la hora de los síntomas que puedas tener, no va a ser menos. En el caso de que esté ubicada en el ano, tendrás hinchazón o un bulto en el canal anal y aumentará al sentarse, ir al baño, toser o realizar algún movimiento. Si está en la vesícula, los síntomas pueden ser repetidas infecciones urinarias y gamas de orinar constantes.
En el caso de que se encuentre en la vagina, puedes tener dolor y expulsión de aire, pus o heces por esta misma. Si lo tuvieras en el intestino, según la parte donde se encuentre, podrías no tener ningún tipo de síntoma o sino diarrea, deshidratación y mala absorción de nutrientes.
Cómo curarla día a día
Además de que vayas al médico, es importante que realices cambios en tu día a día y estos pueden ser que evites los alimentos picantes o con un exceso de grasa para ayudar a tener un sistema digestivo más sano. También puedes beber litro y medio de agua al día ya que esto ayuda a que los intestinos funcionen correctamente.
Si tienes la fístula en el ano, usa almohadillas para sentarte ya que te ayudará a que sea mucho más cómodo. En el caso de que esté en la vagina, usa compresas absorbibles para evitar que la expulsión de fluidos que manchen la ropa.
Recomendaciones
Como te decimos, es importante acudir al médico para que te realice una exploración física y un diagnóstico de la fístula. En ocasiones, el especialista utiliza pruebas de imagen para descartar patologías como la enfermedad de Crohn. Algunas de estas son la ecografía, Resonancia Magnética, TAC, citoscopía o la fistulografía.
En los casos que suponen una pérdida importante de la calidad de vida se puede intervenir quirúrgicamente. La operación más habitual es la fistulotomía, con buenos resultados en casi un 90% de los casos.