Ciudadanos ha rechazado este lunes una posible anulación de la deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) por considerar que conllevaría «muchos riesgos», es «ilegal» y además no tendría «beneficio económico», según considera su responsable económico, el eurodiputado Luis Garicano.
En una serie de mensajes publicados en su cuenta de Twitter, Garicano califica de «una mala idea» la propuesta impulsada la semana pasada por el economista francés Thomas Piketty, y que en España han suscrito, entre otros, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y el responsable económico de Podemos, el secretario de Estado de Derechos Sociales Nacho Álvarez. La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, rechaza tal petición.
Para Garicano, una cancelación «dañaría gravemente el funcionamiento de la política monetaria», pues esta «perdería credibilidad», al generar «la percepción de que los bancos centrales se embarcan en la financiación de déficit público», limitaría los recursos del BCE para actuar ante la inflación y este precedente, asegura, «crearía inestabilidad en los mercados».
«Si la deuda que tiene el BCE es ‘cancelable’ ¿por qué no las demás?», se ha preguntado Garicano, asegurando a renglón seguido que, además, «la anulación de la deuda vulneraría los tratados europeos».
«La monetización de las deudas públicas (y por tanto, con mayor razón, su cancelación) está prohibida por el artículo 123 del Tratado de la UE», ha explicado, recordando que esta prohibición «es una exigencia clave de Alemania» y que «los que defienden la cancelación son los mejores aliados de los halcones»: «Refuerzan los miedos de la población al BCE y a sus compras de bonos de emergencia», ha dicho.
CREE QUE «NO CAMBIARÍA NADA» SI SE CANCELA LA DEUDA
Finalmente, ha cuestionado qué beneficios tendría una cancelación, pues al ser los Estados «dueños del BCE», considera que «nada cambia con la cancelación». «No es más que un juego de escrituras contables», ha incidido, señalando los intereses que se pagan en favor de esta institución «y, que en consecuencia, se transfieren de vuelta como dividendos a los respectivos presupuestos gubernamentales».
«El BCE es la herramienta clave de respuesta europea, la herramienta que está manteniendo a los países solventes. No la dañemos ni perjudiquemos su capacidad de acción dando armas a los halcones», concluye Garicano, que ve este debate «dañino, contraproducente» y cree «que no llevará a ningún sitio».
«Usemos el capital político disponible para mejorar las obsoletas reglas fiscales e implementar bien el plan de recuperación. Que no parezca que nos dan la mano y cogemos el brazo», finaliza.