Los hombres lobo son unas criaturas que pocas veces se han visto en videojuegos. Werewolf The Apocalypse: Earthblood viene a suplir ese hueco. A día de hoy los títulos que copan el mercado tratan de rpgs, deportes o acción táctica. Hay pocos juegos de acción pura. Por eso agradecemos a Nacon por traérnoslo hasta nuestras consolas y a Cyanide por haberlo desarrollado.
Sabiendo del buen trabajo de Cyanide, con este título esperábamos quizás algo más profundo. Todavía tenemos en el recuerdo Call of Cthulhu. Este Werewolf es una adaptación del juego de rol llamado igual. El argumento ya lo hemos visto otras veces y comienza cuando una organización está exprimiendo los recursos de la tierra hasta el extremo. Nosotros somos Cahal, un miembro de una jauría de hombres lobo que deben terminar con la compañía y salvar a Gaia, el mundo.
Werewolf es una amalgama de distintos géneros que quizás no terminan de funcionar a la perfección. Pero aún así, nos darán jugosas horas de juego y diversión. Es un título ambicioso que no destaca en ningún aspecto pero que tampoco tiene puntos débiles. A día de hoy y tras lo visto, quizás esto ya es mucho decir. Para los amantes de combate, vamos a poder convertirnos en hombre lobo y repartir garrazos a diestro y siniestro.
Werewolf: Conviértete en hombre lobo
Tenemos un botón de golpeo débil, otro de golpeo fuerte, un salto con golpe y diversos especiales y esquivas. Podemos cambiar entre dos posturas, una más agresiva y rápida y otra en donde nos erguimos y somos fuerza bruta. Dependiendo de los rivales deberemos adoptar uno u otro. Pero no hay problema porque se cambian con darle a un solo botón. También deberemos ir controlando la salud.
Y es que hay una barra por niveles que se va llenando a medida que golpeamos. Con ella podemos usar los poderes especiales o curarnos. También hay un medidor de rabia en donde desatamos todo nuestro potencial cuando se llena y lo activamos. Tampoco hay grandes innovaciones en el combate respecto a otros juegos. No desluce pero tampoco sorprende demasiado. Hay varios tipos de enemigos e incluso jefes finales con más fuerza.
Werewolf: Mezcla combates y sigilo
Otro de los componentes del juego es el sigilo. Esto se mostrará sobre todo al principio. En nuestra forma humana deberemos ir introduciéndonos por lugares muy vigilados. Así iremos eliminando a nuestras víctimas sin que nos oigan. También podemos usar algunas armas silenciosas que deberéis descubrir por vosotros mismos. Aquí echamos de menos algo más de inteligencia artificial. Los enemigos llevan unos patrones repetitivos y no variarán. También hay una visión que nos permite resaltar los objetos con los que podemos interactuar.
También vamos a tener un árbol de habilidades que deberemos ir completando a medida que ganamos experiencia. Y podremos elegir nuestras frases en diálogos con otros personajes. Todo hace de Werewolf un juego algo plano y que, como decíamos antes, no destaca demasiado en nada. Pero tampoco desluce. Todos sus elementos no terminan de funcionar en conjunto, pero si te animas a comprarlo, tampoco te va a decepcionar.
No termina de engranar
Werewolf no es un título Triple A. Es un juego con un presupuesto limitado. Bastante han hecho los desarrolladores con lo que tenemos entre manos. Los modelados están bien y los escenarios poco detallados y justos para pasar de fase. Seguramente, cuando te pases el juego, no quedará en tu recuerdo el protagonista. No es demasiado carismático. Aún así, da para unas cuantas horas de diversión. La parte de sonido cumple sin más. El doblaje está en inglés pero la traducción se ha hecho al español mediante subtítulos.
Werewolf es un título que mezcla una serie de géneros que, si bien, no llegan a engranar como una maquinaria sólida, tampoco son un desastre. Tenemos un combate bueno y fluido, unas fases de sigilo que cumplen y un árbol de habilidades muy amplio. Conviértete en hombre lobo y ponte a repartir garrazos a todos los enemigos con este Werewolf The Apocalypse: Earthblood. Vas a pasar un rato divertido y de buena acción con este título de Cyanide que nos trae Nacon.