El edulcorante es un tipo de sustancia dulce que se emplea por algunas personas para sustituir el azúcar, pues tiene muy pocas o ninguna caloría. Debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de edulcorantes y que cada uno se basa en un compuesto químico distinto. Esto implica que sus comportamientos en nuestro organismo también varían.
El dulce es algo que nos gusta a prácticamente todas las personas. El problema es que un exceso de azúcar es perjudicial para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo recomendando que la población mundial baje sus niveles de consumo diario de azúcares.
6El aspartamo, un edulcorante polémico
De entre todos los edulcorantes conocidos, el aspartamo es el que suele tener una peor imagen. Se trata de un ácido graso fabricado a partir del ácido aspártico y fenilalanina. Fue descubierto en el año 1965 por la multinacional farmacéutica G. D. Searle and Company. Su composición libre de calorías ha llevado a que este polvo blanco y cristalino esté presente en la composición de más de 6000 productos que se consumen de manera cotidiana como el chocolate, las bebidas ‘lights’, la comida preparada o los helados.
Su mala fama se debe a los estudios que empezaron a realizarse desde el año 2005. Se dice que consumido en exceso, este edulcorante puede causar dolores de cabeza, pérdida de memoria, alteraciones de la visión e hiperactividad. Pero además, en experimentos realizados con animales habría sido causa de cáncer de cerebro, ganglios linfáticos y vías urinarias. Sin embargo, los estudios científicos son contradictorios en este caso.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos se podría consumir de manera segura 50 miligramos de aspartamo por kilogramo de peso corporal. Una cantidad muy difícil de rebasar en el consumo diario.
El aspartamo está presente en un buen número de alimentos, con lo que evitar su consumo requiere una labor investigadora en las etiquetas alimentarias, donde se refleja con la nomenclatura E-951. Para sustituir a este edulcorante podemos emplear alternativas como la miel, el xilitol, el sirope, la sacarina o la estevia.