La composta es un producto orgánico usado para la agricultura y la jardinería, aunque también se suele usar para controlar la erosión y la recuperación del suelo. Este producto se obtiene a partir diversos materiales orgánicos, los cuales son sometidos a un proceso biológico controlado de oxidación. La composta tiene un aspecto y consistencia terrosa, está libre de patógenos y se usa como una alternativa para los fertilizantes fabricados con químicos.
Generalmente se emplean animales como las lombrices o algunas de sus variantes, los cuales se encargan de comer los restos del material orgánico y son sus heces las usadas como composta.
Esta tecnología de bajo costo permite transformar los residuos y subproductos orgánicos en un material muy útil para trabajar los suelos como enmendante, sustratos para el cultivo y abono. De esta forma no solo se reduce el impacto al medio ambiente, sino que además se aprovecha de los restos orgánicos.
Características del compostaje
- El compostaje es un proceso controlado, esto significa que necesita ser monitoreado con regularidad para controlar los parámetros adecuados para el desarrollo de este. Estos parámetros son la humedad, la temperatura y la oxidación, los cuales son fundamentales para la fabricación de este producto.
- Emplea materiales orgánicos en estado sólido, estos generalmente son heterogéneos y son necesarios para sostener a los organismos microbianos. Estos sustratos son la fuente de nutrientes y agua necesarios para que los microorganismos se mantengan.
- La composta pasa por un proceso bioxidativo, por ende es biológico y seguro.
- Durante este procedimiento el compostaje libera algunas cantidades de dióxido de carbono, minerales, calor, amoniaco y agua, los cuales son los productos fundamentales para el proceso de biodegradación. Aunque cabe destacar que la porción de esto dependerá de la cantidad de nitrógeno y carbono que esté contenido en los desechos, así como las condiciones en las cuales se está llevando a cabo este procedimiento.
- Se lleva a cabo mediante un proceso termofílico, esto significa que genera fuerte cantidad de energía calorífica y como resultado eleva la temperatura del producto. Por ende, una señal de que el proceso está fallando es una temperatura baja o una disminución en la velocidad de elevación de esta. Lo ideal es que durante sus primeras etapas, la composta se mantenga en temperaturas mayores a los 40°C, las cuales irán disminuyendo luego de la fase de estabilización.
Agentes de descomposición para la composta
Para poder generar composta es necesario un ecosistema de descomposición apropiado, es necesaria la construcción de pilas o silos. Este entorno no solo servirá como contenedor de los materiales orgánicos, sino que además es fundamental para mantener a los agentes de la descomposición:
- Los agentes microscópicos: Estos son los más efectivos para descomponer el material orgánico. Las bacterias son las encargadas de optimizar el proceso de descomposición, ya que este caldo microbiano genera las temperaturas adecuadas para que el proceso de descomposición se mantenga en perfecto estado. Además los hongos, las actinobacterias y los protozoos forman parte de este grupo.
- Los agentes macroscópicos: Su trabajo es el de consumir la materia orgánica y digerirla. Este grupo está conformado por las hormigas, las lombrices, cochinillas de humedad, las babosas y los caracoles.
Desechos para fabricar composta
A pesar de que existe una gran variedad de desechos biodegradables, no todos pueden usarse para la fabricación de la composta. Esto se debe a que cuentan con una diferencia en cuanto a los tiempos para descomponerse, sin contar a que muchos de estos pueden generar mal olor e incluso plagas.
Desechos de descomposición rápida:
- Restos secos de césped.
- Hojas frescas.
- Heces de cerdos, ovejas o cabras.
- Maleza fresca.
Desechos de descomposición lenta:
- Paja o heno seco.
- Restos de plantas secas.
- Restos y conchas de frutas y verduras.
- Heces de caballos o vacas.
- Flores secas.
- Lechos de animales herbívoros.
Desechos de descomposición demasiado lenta:
- Cáscaras de huevo.
- Huesos de manzana, aguacate, mango o durazno.
- Flores frescas.
- Cáscara de los frutos secos.
- Aserrín o virutas de lápices.
- Trozos de manera no tratada.
- Ramas.
Además de esto existen algunos desechos que deben emplearse con poca regularidad, o en algunos casos no se pueden usar para la fabricación de la composta.
Desechos de uso poco frecuente:
- Papel periódico.
- Cenizas de manera.
- Cartón.
- Servilletas.
- Recipientes de papel.
- Grasa.
Desechos que no se deben usar:
- Filtros de cigarrillos.
- Aceite.
- Cenizas de carbón.
- Hojas de revistas a color.
- Polvo/restos de escoba/aspiradora.
- Textiles sintéticos.
El reciclar los materiales orgánicos reduce considerablemente la contaminación, por lo cual la fabricación de composta no solo reconstruye la estructura de los suelos, además que le regresa a la naturaleza los componentes nutricionales y aumentan el desarrollo de la vida vegetal. Es por ello que esta actividad es una buena forma de regresarle a la tierra todos los elementos que el hombre ha tomado prestados en los últimos años.