Los días continúan avanzando y Rafael Nadal se acerca más a su objetivo, que es nada más y nada menos que el Abierto de Australia. Sin embargo, al español le ha surgido un inconveniente que está frustrando todos sus planes: unas molestias en la espalda. El primer Grand Slam del año se aproxima y todos los tenistas esperaban que la ATP Cup le sirviera como un torneo de preparación para afrontar e la mejor forma posible esta primera gran cita en Australia; pero desde que llegara al país oceánico todo se ha complicado mucho para cada uno de los participantes debido a las restrictivas medidas de seguridad, que les ha privado de entrenarse de una forma adecuada. Aunque ahora para el balear ha supuesto un duro golpe no poder jugar aún en el certamen debido a estas molestias.
Para el balear no solo iba a funcionar como un torneo de preparación de cara a lo enfrentará en Abierto de Australia; además supondría una gran oportunidad para obtener puntos en el ránking de la ATP y también una buena cantidad de dinero. Pese a que en esta segunda edición de la ATP Cup, que se efectuaría del 2 al 6 de febrero en Melbourne, gozaba de un gran ambiente; eso no quiso decir que no se ha visto afectada por la pandemia del coronavirus. Eso significa que los premios se habían reducido en un 50%, lo que significaba pasar de los 15 millones de dólares australianos a los 7,5 millones de dólares. Eso significaba que Nadal tenía una buena oportunidad de aumentar un poco sus puntos y también sus arcas con un buen botín. No obstante, la pandemia y sus dolencias han trastocado mucho los planes.
Un buen botín le esperaba a Nadal
En teoría, Nadal podría haber obtenido casi 500 mil dólares australianos si hubiera ganado los cuatro encuentros de singles en los que estaría. La cifra exacta era 469.500 dólares australianos (297.447 euros); pero todo se ha venido abajo debido a que hasta ahora no ha podido entrar a la pista a los dos primeros duelos. En la ATP Cup, España se mediría a Australia en primera instancia, en ese caso ya tenía un fijo de 114.000 dólares australianos (72.400 euros), porque su equipo era segunda cabeza de serie; ya si el equipo triunfaba se agregarían 38.000 euros más. Allí le tocaba intervenir al mallorquín contra Álex de Miñaur, el pasado 2 de febrero; pero sus molestias se lo impidieron. Ya unos días después, el 4 de febrero, era el turno de medirse a la Grecia de Stefanos Tsitsipas y los mismos problemas se lo impidieron.
El dinero no era el único problema debido a que Nadal obtendría unos 500 puntos en el ránking si ganaba todos sus duelos; todo esto por la posición que tuvieran sus rivales. Si llegaba a superar a De Miñaur en su debut en esta ATP Cup se hubiera ganado 50 puntos, esto al estar el australiano entre el puesto 21 y 30 (está en el 23). Poco después, si hubiera podido vencer a Tsitsipas en lo que iba a ser su segundo encuentro se llevaría 75 puntos, al estar su rival dentro del ‘Top 10’. De haber avanzando tendría oportunidad de disputar unas semifinales que de ganarlas le darían 150 puntos, en caso de enfrentar a un ‘Top 10’; y en la final obtendría 220 puntos, si hubiese enfrentado a un rival que también integrara los 10 primeros, en ambos casos hubiera sido lo más probable.
La vista puesta en el Abierto de Australia
A pesar de las alertas que se han dado en los últimos días por casos de Covid-19 dentro del hotel donde se concentran los tenistas, lo que encendió todas las alarmas, pues el Abierto de Australia sigue con miras a efectuarse. El problema para Rafa Nadal es que sus molestias hacen dudar que llegue en las condiciones adecuadas para poder jugar sin problemas. Las lesiones vuelve a hacer mella en un deportista de élite que en los últimos tiempos había logrado burlar las dolencias y se había enfrentado en casi todos sus torneos en buenas condiciones físicas. Ahora, con el primer Grand Slam tan cerca, parece que esa racha ha legado a su fin y pone en peligro su buena participación en un torneo en el que tiene retos muy importantes que cumplir, como romper esa igualdad de 20 grandes que tiene con Roger Federer.
Antes de que se mediera a Tsitsipas en esta ATP Cup, el mismo Nadal salió a declarar ante los medios que no estaba preparado para jugar. «Estoy haciendo tratamiento diariamente, confío en que las cosas vayan a mejor estos días. Aún no estoy listo para asumir un partido de ‘máxima intensidad’. No es que esté fatal, fatal, pero no estoy lo suficientemente bien para poder jugar», explicó frente a la prensa. Con el Abierto de Australia a la vuelta de la esquina sus declaraciones son más que preocupantes. Los días seguirán pasando y será el mismo Rafa Nadal el que despeje la duda de si estará en condiciones o no; pero en Australia esperan que esté a tope para tener un evento por todo lo alto.