Marisol fue un mito de la televisión y su nombre todavía sigue resonando con fuerza en el imaginario colectivo español. Y eso que Pepa Flores vive alejada de las cámaras, los focos y los escenarios que la vieron crecer cuando todavía no sabía a lo que se dedicaba. Una tormentosa vida que, lejos de la sonrisa que lucía en cámara, acabó por devorar al personaje que tenía y consiguiendo que el único deseo fuera estar fuera de la farándula.
Y es que, tras toda una carrera profesional como actriz y cantante, Pepa Flores confesó públicamente que durante su mejor época había sufrido acoso. Jamás desveló un nombre, pero siempre se ha sabido públicamente que la vida de la artista fue todo un infierno.
Hoy cumple 73 años en algún sitio escondido de la provincia de Málaga, donde disfruta de la soledad y tranquilidad que le dio su retiro de la farándula. Marisol no quiere saber nada desde hace años de la gente, y hoy en QUÉ! te contamos los principales motivos que le han llevado a huir del mundo.
4DE CONVICCIONES IZQUIERDISTAS, MARISOL FUE SÍMBOLO DE LA DICTADURA
«Me fusilarán antes que traicionar a mi clase”, llegó a decir en un miting. La imagen de niña rubia y angelical de Pepa Flores fue usada hasta la saciedad por el aparato propagandístico de Franco. Harta de ser la imagen de la dictadura, Marisol se afilio al Partido Comunista. Tanto apreciaba la izquierda que el padrino de su boda con Antonio Gades fue Fidel Castro.
Muy activa en movimientos sociales, protestó contra la entrada en la OTAN, defendió los derechos de su gremió y llegó a vender los premios de oro que le habían dando cuando todavía era imagen del régimen. Cuando se retira, sin embargo, se desvincula de todo partido político.