El Comité Europeo de las Regiones (CDR) quiere que las instituciones europeas muestren una mayor ambición a la hora de implementar medidas para luchar contra el antigitanismo en los países miembros.
Tal y como señala el organismo hace diez años que la Comisión Europea «adoptó su primera estrategia de integración de los gitanos». Sin embargo, una década después «siguen siendo objeto de una discriminación racial grave y persistente en toda la UE», denuncia.
A su juicio, los objetivos de la Comisión Europea para 2030 en esta materia, «no van lo suficientemente lejos», especialmente en lo que respecta a la falta de sanciones para los Estados miembros que no adopten medidas eficaces para luchar contra el antigitanismo.
A lo largo de los diez años anteriores, muchos Estados miembros han evitado establecer un marco estratégico nacional debido a que estas medidas son opcionales», advierte el CDR, antes de pedir a la Comisión Europa que supervise «de cerca» los avances de estas políticas en los diferentes países.
Esta reclamación la han hecho durante la sesión plenaria de febrero del organismo y a través de un dictamen realizado por Jácint Horváth, de los socialistas europeos.
SEÑALADOS DURANTE LA PANDEMIA
Este texto recoge, exactamente, una petición para que la legislación futura permita más participación política local del pueblo romaní e insta a la Comisión a seguir de cerca los avances que realizan los países de la UE a la hora de «cumplir con la legislación existente» y con «las posibles modificaciones de la normativa» que sean necesarias.
El CDR insiste en el texto en la «discriminación» que siguen sufriendo los 6 millones de romaníes que residen en la UE y citan un estudio de la Comisión Europea para señalar que el 85% de los niños romaníes están en riesgo de pobreza en comparación con el 20% de los niños de la población general y el 62% de los jóvenes gitanos no reciben educación, empleo o formación en comparación con 10% de los jóvenes de la población general.
Además, señala el CDR, las comunidades romaníes corren el riesgo de estar particularmente expuestas a devastadoras consecuencias de la pandemia del Covid-19, apunta el Comité, antes de recordar que, a principios de 2020, muchas comunidades gitanas fueron señaladas como causa de contagio del virus.
«La Comisión debería considerar la creación de un consejo consultivo europeo, integrado, entre otros, por expertos en Políticas romaníes e involucrando también a las autoridades locales y regionales con experiencia tangible en la inclusión romaní en el territorio», ha declarado Horváth.