El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido por unanimidad mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones en el mínimo histórico del 0,1%, según ha anunciado la institución, que ha pedido a los bancos británicos que realicen los preparativos necesarios para gestionar un escenario de tipos negativos, aunque ha subrayado que esto no implica una señal sobre su política monetaria.
Al mismo tiempo, el Comité del BoE también ha mantenido sin cambios la cuantía de su programa de compra de activos en 895.000 millones de libras (1,02 billones de euros), incluyendo 875.000 millones de libras (996.137 millones de euros) en compras de bonos soberanos y otros 20.000 millones de libras (22.782 millones de euros) en bonos de empresas no financieras.
«Si bien el Comité tuvo claro que no deseaba enviar ninguna señal de que tuviera intención de fijar una tasa negativa en algún momento en el futuro, concluyó que sería apropiado comenzar los preparativos para contar con la capacidad de hacerlo necesario en el futuro», recoge la institución en su informe de política monetaria.
De este modo, el Comité del BoE solicitó a la Autoridad de Regulación Prudencial del Reino Unido que contacte con las entidades reguladas para asegurarse de que estas den comienzo a los preparativos con el fin de estar listos para implementar una tasa negativa en cualquier momento «después de seis meses».
Este horizonte temporal mínimo responde a las consultas previas que el BoE había mantenido con la autoridad prudencial del Reino Unido, a la que los responsables de los bancos británicos habían indicado que la implementación de una tasa negativa en el país en un plazo inferior a seis meses «podría generar mayores riesgos operativos», ya que muchas entidades deberían acometer cambios en sus sistemas y procedimientos.
Así, ante el dilema de si tal solicitud por parte del BoE podría malinterpretarse como una señal de que establecer tipos negativos está en el horizonte del banco central o es incluso inminente «una señal que el Comité no deseaba enviar» y, por otro lado, la necesidad de iniciar en algún momento los preparativos prácticos por si fuera factible en un futuro incorporarla al conjunto de herramientas de política monetaria, el BoE ha decidido realizar la solicitud subrayando que esta no implica una señal sobre la futura senda de los tipos de interés.
«El Comité enfatizó que estas solicitudes, y cualquier acción de supervisión relacionada posterior, no deben interpretarse como una señal de que el establecimiento de una tasa negativa o un sistema escalonado de remuneración de reserva sea inminente o esté en perspectiva en cualquier momento», ha indicado la institución.
Por otro lado, tras su reunión de este jueves, el Comité del BoE ha señalado que espera que las restricciones en vigor afectarán en mayor medida al PIB del primer trimestre de 2021 que en el último trimestre de 2020, con la perspectiva de una contracción de alrededor del 4% entre enero y marzo, aunque este impacto se estima mucho menos severo que el registrado durante la primera ola de la pandemia en el segundo trimestre de 2020.
Asimismo, el BoE confía en que el PIB «se recuperará rápidamente hacia los niveles anteriores a la Covid durante 2021», ya que se supone que el programa de vacunación conducirá a una relajación de las restricciones relacionadas con la pandemia, además del respaldo a la actividad prestado por las importantes acciones de política fiscal y monetaria anunciadas.
En cualquier caso, el Comité del BoE ha subrayado que continuará vigilando de cerca la situación, asegurando que, si las perspectivas de inflación se debilitan, está listo para tomar cualquier acción adicional que sea necesaria para lograr su cometido, mientras que no tiene intención de endurecer su política monetaria al menos hasta que haya evidencia clara de que se está logrando un progreso significativo en el logro de la meta de inflación del 2% de manera sostenible.