Ganar la última liga benefició a Florentino Pérez. No a los jugadores. El título fue vendido por el presidente como una gesta en tiempos de pandemia. De una crisis, salió reforzada la gestión presidencial. Pero ahora, mitad de año después, el proyecto del Real Madrid hace aguas por todas partes. De hecho, aquel título liguero vino con varios episodios conflictivos, entre ellos la eliminación de Champions.
Una etapa la actual que, más allá de los severos problemas y debilidades de Zinedine Zidane, Florentino Pérez no asoma la cabeza. Ni ante los tiempos de crisis ni ante posibles soluciones que den vuelta a la situación. Y eso a los aficionados blancos ya les cansa… y son unos cuantos. El último trecho por el que no pasan más fue por la decisión de dejar marchar a Martin Ødegaard, una de las mayores promesas del conjunto de Chamartín. Florentino Pérez ya lo va notando… lo repasamos.