Irene Escolar protagonizará desde el próximo 5 de febrero en el Teatro María Guerrero el último proyecto de Nao Albet y Marcel Borràs –los creadores de ‘Mammón’– con la obra de teatro ‘Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach’, «mitad thriller, mitad cinema verité».
«Hay unos personajes lumpen e intentamos apelar a una verdad que se asemeja más a un género realista y dramático, pero con mucha farsa. Surgen personajes locos que aparecen en un momento para soltar una burrada o también puede parecer un cuento con su moraleja», ha señalado en rueda de prensa uno de los creadores, Albet.
Un encargo de un magnate ruso para que unos jóvenes escriban una obra sobre un atraco a un banco es el punto de partida de esta historia que sirve de «reivindicación» de un género como el thriller en el teatro. Los autores han reconocido que, entre otras cosas, imágenes de atracos en YouTube han servido de documentación para la escritura del texto.
«Quiero estar con ellos por esa capacidad de juego, imaginación y explosión creativa. Interpretar a esta rusa ‘performer’, magnética u medio perturbada te abre la puerta a personajes muy poco habituales colocados en un universo que no tendría mucha cabida en el realismo», ha señalado Escolar.
Dos jóvenes dramaturgos de suburbio reciben su primer gran encargo: estrenar un espectáculo en el Centro Dramático Nacional de Boris Kaczynski. El único requisito que el magnate les impone es el de escribir una obra sobre un atraco a un banco.
Convencidos de haber encontrado un buen argumento, los autores dedican todos sus esfuerzos a escribir una buena función, pero hay algo en la pieza que les resulta postizo. Todo cambia cuando deciden mandarle el texto a Maria Kapravof, la estandarte de un novedoso movimiento artístico llamado (re)productivismo, que fascinada por la historia que han escrito, les anima a representarla siguiendo sus preceptos.
«Como en ‘Mammón’, es una obra que habla desde nosotros porque al fin y al cabo son dos chavales que llegan a la gran capital a probar suerte», ha añadido Albet. «Cuando empezamos a hacer nuestra obras, empezamos siendo actores, y las primeras obras las hicimos porque nadie nos iba a dar con 15 años personajes de gángster o de locos: nuestro teatro nace de la voluntad de jugar», ha explicado Borràs.
Una de las curiosidades de la obra será el de ver hablar ruso a Irene Escolar, con unos subtítulos que se enmarcan en el desarrollo de la obra –para permitir a los actores entenderla–. «Llevo desde septiembre con ello, venía de ‘Dime quién soy’ en la que tuve que hablar ya algo y esto es como aprenderte una partitura de sonidos: ahora sé lo que digo en cada palabra, pero ha sido muy complejo», ha indicado la actriz.