Muchos quizás no lo saben, pero en torno a los gatos negros giran un cúmulo de mitos que han ido pasando de generación en generación. El asunto de que traen mala suerte no es de un tiempo para acá, sino que se tienen referentes de hace miles de años. El día de hoy, queremos desvelarte de una forma práctica cómo sugirió esta creencia dentro de la cultura popular.
Y es que, de por sí las mascotas que tenemos en casa son un encanto, aunque con los gatos, en su mayoría siempre veremos blancos, otros marrones o en algún híbrido blanco con negro. Sin embargo, con los gatos totalmente negros, tenemos los detalles de la presunta mala suerte que albergan y que posiblemente te harán no elegirlos para tenerlos en casa.
Pese a esto, es un completo mar de curiosidades que están relacionadas a esta mascota tan tierna, pero la historia ha demostrado a través de sus argumentos que son portadores de malos presagios.
3Mala suerte con los gatos negros
El referente historiográfico en el cual se empiezan a considerar los gatos negros como de mala suerte tuvo su auge en la Edad Media, específicamente en Europa. Este estatus inicial que había adquirido en tierras egipcias dio un vuelto bastante inesperado, porque comenzó a ser relacionado con prácticas de brujas y hasta de hechicerías.
No podemos dejar a un lado que este tipo de actividades se encontraban en pleno desarrollo en el continente y tenía un alcance realmente impactante. Según dicen, eran ancianas las que solían tener consigo gatos negros; se encargaban de cuidarlos, darles de comer, un hogar, pero este hogar estaba enmarcado por la brujería que practicaban sus dueñas.
Desde ese entonces, fue que los gatos de este color empezaron a ser categorizados como de mala suerte, debido a las energías negativas que en su momento estuvieron inmersos. En su hogar absorbían todo lo malo donde estaban siendo cuidados.