Unión Sindical Obrera (USO) ha denunciado este lunes que la pandemia «se comió» casi 544 millones de horas efectivas trabajadas en 2020, el equivalente a más de un millón de empleos a tiempo completo, a la luz de los datos de Contabilidad Nacional publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El sindicato recuerda que en 2019 el empleo efectivo fue creciendo trimestre tras trimestre, hasta cerrar el año con el equivalente a 18.522.600 puestos de trabajo a tiempo completo.
Durante el primer trimestre de 2020, con solo dos semanas de este periodo afectadas por el Covid y el estado de alarma, la pérdida de horas trabajadas representó la pérdida de 348.400 empleos a tiempo completo, mientras que en el segundo trimestre, ya en plena pandemia, se destruyeron 3.211.000 empleos de 40 horas entre el 31 de marzo y el 30 de junio de 2020.
Aunque el verano alivió ligeramente el trabajo efectivo, USO denuncia que el tercer y el cuarto trimestre terminaron de forma similar, con ese millón largo de puestos de trabajo destruidos.
«Estos datos reflejan de una forma más apegada a la realidad el empleo perdido por la pandemia. El paro registrado dice que terminamos 2020 con 724.532 parados más; la EPA, con una subida de 527.900. Pero ninguna de esas estadísticas recoge el empleo, el trabajo efectivo, que se ha perdido con todas las personas que han estado o siguen en ERTE», apunta el secretario general de USO, Joaquín Pérez.
El líder sindical avisa además que mientras muchas actividades se paralizaron por completo o están aún a medio gas, «en otras muchas han faltado y siguen faltando manos». «Es la prueba de que los ERTE son asistenciales, pero no se han tomado medidas para cambiar el modelo productivo y dedicar los esfuerzos a reorientar a las personas en paro de sectores que sufren especialmente el zarpazo del Covid», subraya Pérez.
No obstante, el sindicato ha señalado que durante estos meses se están registrabdi carencias de personal sanitario y oportunidades en cualquier rama de las TIC.
«Está claro que una enfermera no se gradúa en 10 meses, pero es que ha pasado un año desde las primeras medidas por la pandemia y sólo se están poniendo paños de agua caliente para personas sin trabajo y con poca salida laboral a corto plazo hacia sectores para los que, incluso, pueden estar previamente formados aunque estuvieran ahora trabajando por debajo de su cualificación», concluye el líder de USO.