La Plataforma del Tercer Sector (PTS), que representa a casi 28.000 entidades sociales, ha alertado esta semana, coincidiendo con la celebración el pasado jueves el Día Internacional de Protección de Datos, de que la brecha digital aumenta la exclusión social y ha defendido la inclusión de las personas vulnerables en las nuevas tecnologías.
Así lo manifestó el presidente de la PTS, Luciano Poyato, durante la celebración del I Foro de Privacidad, Innovación y Sostenibilidad, organizado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en el que se presentó el Pacto Digital para la Protección de las Personas.
Se trata de un proyecto al que se ha adherido el Tercer Sector, y que tiene como objetivo fomentar el compromiso con la privacidad en los modelos de negocio de empresas y organizaciones, compatibilizando el derecho a la protección de datos con la innovación, la ética y la competitividad empresarial.
Poyato ha subrayado la importancia de la iniciativa para las ONG ya que, según ha dicho, las personas en situaciones de vulnerabilidad se encuentran amenazadas por la pobreza, la exclusión o la falta de reconocimiento, pero también por el mundo digital, algo que tiene «graves» consecuencias en sus vidas.
En este sentido, ha indicado que el Tercer Sector, en su labor de defender los derechos sociales, debe trabajar también para que nadie quede atrás en el mundo digital, ya que de la exclusión no sólo se sale con una acción humanitaria sino con la opción de acceder a la tecnología y al ámbito digital.
Así, ha destacado que es «esencial» luchar por espacios públicos, por espacios de comunicación, en los que se reconozca la igual consideración y respeto que merecen todos los ciudadanos y ciudadanas.
Por último, Poyato ha asegurado que desde el Tercer Sector se trabajará para que el Pacto Digital «fluya» a través de lo social y se implementará de una manera eficaz para prevenir el acoso, la violencia o los mensajes virtuales que estigmatizan.
Entre los principios del Pacto se encuentra el impulso de la transparencia para que los ciudadanos conozcan qué datos se están recabando y para qué se emplean; y la promoción de la igualdad de género; la protección de la infancia y las personas en situación de vulnerabilidad.
Asimismo, busca la promoción de la innovación garantizando que las nuevas tecnologías eviten perpetuar sesgos o aumentar las desigualdades existentes, evitando la discriminación algorítmica por razón de raza, procedencia, creencia, religión o sexo, entre otras.