En cuestiones de salud, de alimentación y de dieta existen muchos mitos extendidos. Uno de ellos es que el consumo de suplementos de vitaminas engorda. Hay quien piensa que al contrario el consumo de vitaminas adelgaza. En primer lugar tenemos que tener presente que las vitaminas son compuestos imprescindibles para la vida que generalmente obtenemos a partir de los alimentos y que contribuyen al correcto funcionamiento fisiológico.
La mayoría de las vitaminas que se consideran esenciales no pueden ser generadas por nuestro organismo. Sin embargo, los requisitos diarios que tenemos de vitaminas no son muy altos, se calculan en dosis de miligramos y microgramos que, en teoría, pueden obtenerse fácilmente a través de una dieta equilibrada.
Además debemos tener en cuenta que tanto la deficiencia como el exceso de algunas vitaminas puede ser origen de enfermedades y desequilibrios. La hipovitaminosis es la deficiencia de vitaminas y la hipervitaminosis es su nivel excesivo.
1Vitaminas liposolubles e hidrosolubles
Las vitaminas que se consideran para los seres humanos son trece y se clasifican en dos grupos, las que son solubles en agua y las que son solubles en lípidos. Dentro de las hidrosolubles encontramos las 8 vitaminas del grupo B, que se consideran imprescindibles para el correcto funcionamiento del cerebro y la vitamina C. Salvo la vitamina B12, el resto de las vitaminas de este grupo no se almacena en el cuerpo, por lo que es necesaria una ingesta diaria. Las que tomemos de más se eliminarán a través de la orina.
Por su parte, dentro de las liposolubles se encuentran la Vitamina A, D, E y K. Este tipo de vitaminas son transportadas en la grasa de los alimentos que las contienen, se absorben en el intestino delgado y pueden almacenarse en el cuerpo, por lo que no es necesaria una ingesta diaria.
