Una vez más la política de reparto de minutos que utiliza Zinedine Zidane ha fallado en el Real Madrid. Su nueva víctima ha sido Martin Odegaard, que recortó su cesión con la Real Sociedad un año antes de tiempo debido a que el mismo entrenador francés se comunicó con él para convencerlo de que regresará. La idea no parecía descabellada, porque tras su gran papel en el equipo blanquiazul, con el que fue uno de los mejores de LaLiga; el noruego creyó que ya estaba listo para grandes retos y pese a que quería seguir en la Real, la llamada de Zidane convenciéndolo de que tendría minutos fue clave para que regresara. Al no realizar ningún fichaje, el retorno del nórdico se tomó como con mucha esperanza; no obstante, el mismo técnico merengue se encargó de apagarlas todas.
Tras unos primeros partidos como titular, Odegaard desapareció extrañamente de las alineaciones. Luego fue una lesión la que lo privó de tener minutos, pero tras recuperarse ya no contó para nada en los planes de Zidane; ya después ocurrió una de las típicas del francés: alineación de un joven, este se luce y después ostracismo total. El noruego se lució ante el Inter de Milan y cuando todos esperaban más continuidad, el francés lo borró del mapa. Cansado de ser ignorado y de la gran mentira que sufrió, el mediocampista pidió salir cedido y ahora en el Arsenal tratará de demostrar su talento. Ahora Zidane no parece muy afectado y es que además de que lo ignoraba, ya tendría muy cerca a un sustituto que de no juagr se quejaría mucho menos. Ese no es otro que Antonio Blanco.
Se le ve en los entrenamientos de Zidane
Desde el principio de la temporada, el joven canterano se ha venido ejercitando con el primer equipo. Su elegancia lo hace una de las piezas claves del Real Madrid Castilla que dirige Raúl González; por lo que sus frecuentes subidas a las sesiones del equipo Zidane no son para nada extrañas. No obstante, estas se intensificaron cuando Odegaard manifestó su deseo de irse y ahora parece que serán mucho más seguidas tras su marcha. Al entrenador le agrada mucho y cada vez que lo crea oportuno pedirá a su antiguo compañero que lo deje subir a entrenarse con los mayores; aunque eso no será lo único que realice el canterano. Su buen hacer y experiencia le darán la posibilidad de asistir convocados a varios partidos del primer equipo, siempre que Zidane así lo requiera.
La idea es que el joven de 20 años vaya adquiriendo toda la experiencia posible de lo que significa andar con la primera plantilla del Real Madrid; sin embargo, eso no significará que vivirá entrenando para no jugar, porque el mejor ejemplo se vivió en la jornada ante el Alavés. Antonio Balnco entreno varios días con el resto del primer equipo, el estratega merengue quedó muy conforme y decidió convocarlo; ya en Vitoria no pudo ingresar para ver algunos minutos, pero al día siguiente se puso a las órdenes de Raúl González y estuvo brillante con el Castilla ante el Getafe B. Ese será el plan de ahora en adelante con el canterano: entrenará de forma regular con los de Zidane, irá convocado a los partidos si el francés lo considera necesario y si no juega los minutos los verá con el equipo filial si tiene la oportunidad.
Antonio Blanco despliega mucha calidad
Con Antonio Blanco se están siguiendo los pasos necesarios para que se convierta, sin ningún lugar a dudas, en esa figura de canterano modelo que se ponga en el rol que pronto podría dejar Nacho Fernandez o que luche hasta llegar a la titularidad como lo han hecho Dani Carvajal y Lucas Vázquez; pero en teoría que sea ese jugadores que viene de las fuerzas bases que represente todos los valores del Real Madrid. La salida de Odegaard le dará la oportunidad de mostrar su talento y Zidane no parece tener miedo en apostar fuerte con él; más que nada porque si no juega no habrá tantas quejas como si las había con el noruego y eso es una presión que se quitará de encima. Sin embargo, el cordobés no se quedará tranquilo y luchará para obtener esos minutos en el mediocampo que a otros le han negado.
Su estilo de juego está muy bien definido y se asemeja mucho al que despliegan tanto Kroos como Modric. Aunque también puede sacrificarse como Casemiro, su mejor rol lo hace cuando puede dirigir las riendas del equipo. En el Castilla cumple ese papel muy bien y no tiene temor de meterse entre los centrales para salir jugando; esas cualidades junto a su buen golpeo de balón, o hacen una de las perlas de una cantera. Además, su cabeza está bien amueblada y sabe que unos entrenamientos y unas convocatorias con los mayores no cambian el hecho de que pertenece al filial blanco; pero esa buena mentalidad también le da mucha fuerza para luchar por demostrar que Zidane puede confiar en él ahora que Odegaard no está.