Los estudiantes universitarios han pedido este jueves a las universidades que suspendan los exámenes presenciales por el riesgo de contagio de COVID-19 y que se pasen a la modalidad online. Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio», señalan la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (CEUNE) en un comunicado conjunto.
Tras las imágenes y vídeos que se han vuelto virales en las últimas semanas en las que se mostraban aglomeraciones de alumnos universitarios en clases y pasillos por la celebración de los exámenes de enero en muchas facultades del país, el debate sobre la vuelta a la evaluación telemática ha vuelto a surgir.
Aunque las asociaciones estudiantiles y sindicatos llevan pidiendo desde antes de Navidad y principios del mes de enero que los exámenes se hicieran de forma online, la polémica ha vuelto a aflorar esta semana después de que este miércoles, 27 de enero, el Ministerio de Universidades emitiera un comunicado pidiendo a las universidades, al fin, que los exámenes se realizasen de manera telemática si no se podía garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad, como se aprecia en varios vídeos grabados por los propios estudiantes en una jornada de exámenes.
Ante esta petición –que ha sido reafirmada este jueves por el propio ministro de Universidades, Manuel Castells, en una rueda de prensa en la que esta cuestión se ha convertido en protagonista–, los rectores (Crue) alzaron su voz a última hora de la tarde del miércoles para asegurar que las universidades eran «espacios seguros», para censurar la opinión del Ministerio y para defender la presencialidad como «el sello de identidad de la gran mayoría del sistema universitario».
Ahora, los estudiantes se han puesto de lado del Ministerio, cargando contra la Crue, al denunciar que «en una situación como la actual, en el pico de la tercera ola, con unas cifras alarmantes de contagios de COVID y ante el incremento de restricciones y medidas, es inviable que las universidades continúen ajenas a la realidad que las rodea». «No podemos permitir que se siga poniendo en riesgo al conjunto de la comunidad universitaria», advierten.
«LA SITUACIÓN MÁS CRÍTICA DESDE EL INICIO DE LA PANDEMIA»
Según recuerdan CREUP y CEUNE, durante este mes de enero, cerca de un 1,5 millones de estudiantes universitarios regresaron a las aulas bajo un contexto de «incertidumbre», con unas cifras de contagios cada vez más elevadas y «sin respuesta por parte de las instituciones».
Aunque ambas defienden el formato presencial, ven viable que la enseñanza y evaluación sean online porque, según destacan, «la gran mayoría de universidades han tenido durante meses un modelo de docencia híbrido o mayoritariamente online por motivos sanitarios», mientras que «ahora, con la situación más crítica desde el inicio de la pandemia, se está congregando a todo el estudiantado en las aulas». «Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio», insisten.
En este sentido, CREUP y CEUNE lamentan que desde hace meses se ha podido prever esta situación y trabajar para minimizar sus efectos en el plano académico. Sin embargo, ya sea por «incapacidad de las universidades» o por una «falta de voluntad para adaptar la educación a la nueva era digital», se está obligando a los estudiantes, a su juicio, a asumir unas «exigencias desmedidas».
Ambas asociaciones han cargado contra la Crue por el comunicado que difundió ayer a última hora de la tarde, en concreto, por que esta organización «asume que la calidad y el formato telemático son extremos incompatibles».
Para ambas, se trata de un «falso dilema» que se está utilizando para argumentar el riesgo de plagio entre los estudiantes, escondiendo así el debate real sobre la falta de renovación de los métodos de evaluación, «mientras se divide a los estudiantes en honestos o deshonestos». «Resulta inaceptable que se pongan en entredicho los valores de ‘honestidad, transparencia y responsabilidad del estudiantado», opinan.
LA POSTURA DEL MINISTERIO LLEGA «MUY TARDE»
También se ha manifestado el Sindicato de Estudiantes. Su secretaria general, Coral Latorre, asegura que el cambio de postura del Ministerio de Universidades, pidiendo a las universidades el cambio a la modalidad online de la evaluación, llega «muy, muy, muy tarde». «No es suficiente con decir ahora que los exámenes tienen que ser online. ¿Qué medidas adoptará el Ministerio para garantizar que así sean?», se pregunta.
El Sindicato de Estudiantes exigió el pasado 11 de enero la cancelación inmediata de los exámenes universitarios, tanto presenciales como online, durante este semestre por la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19. «Pero llegados a este punto, deberían ser online, garantizando que todas y todos podamos examinarnos en condiciones seguras», reclama Latorre.
Para la secretaria general del sindicato, es «muy indignante» la «campaña de criminalización contra la juventud» que ha habido con este tema. «Parece ser que el problema aquí somos nosotros, no que no se haya invertido ni un euro en la Sanidad y Educación públicas, sino que los jóvenes somos muy irresponsables», se queja.
«También nos preguntamos que cómo es posible que no podamos ir a dar un paseo o ir a ver a nuestras familias por las restricciones de la pandemia, pero se dé por visto bueno que nos metamos en clase con decenas de personas más», denuncia Latorre, que asegura que los estudiantes están haciendo los exámenes presenciales en la universidad en unas «condiciones lamentables»: «con más de 50, 70 ó 100 personas en una clase, con aglomeraciones en los pasillos y hacinados en un transporte público masificado».
También el Sindicato de Estudiantes ha cargado contra la Crue: «La justificación que se nos da para que vayamos a hacer los exámenes a las facultades es porque así es más difícil que hagamos trampas o que nos copiemos». «Nos parece insultante que se nos siga criminalizando de esta manera, como si los estudiantes sacáramos provecho de esta situación cuando somos uno de los sectores más golpeados por la crisis y por la pandemia», concluye.