El Real Madrid sigue su camino inflexible hacia otra temporada más en la que Zinedine Zidane continúa al mando del banquillo, pero sigue sin aportar nada de su sapiencia al estilo de juego que trata de imprimir el equipo en el campo. Cierto es que bajo su tutela se han conseguido éxitos impresionantes, como esas tres Champions League de forma consecutiva; no obstante, la realidad indica que ese equipo que obtuvo esa gloria ya se está haciendo algo mayor y necesita ese relevo natural que al final toda escuadra debería tener. La cosa es que con el francés en el banquillo esa situación no se da y son cada vez más seguido los jóvenes que salen despavoridos al ver que el entrenador blanco no les da la más mínima oportunidad de probar su talento.
Martin Odegaard se convierte en uno más de una larga lista de aspirantes que han tenido que salir del Real Madrid en busca de esos minutos que Zidane les niega. Si bien es extraño debido a que el mismo estratega galo fue quien lo llamó y lo convenció para que volviera antes de tiempo de su cesión con la Real Sociedad; también es el mismo que no lo ha dejado jugar mucho. Parte de la culpa la tiene Zidane y su falta de confianza; pero la otra es un tridente que no ha logrado desbancar nadie: el de Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro. Esos tres se han erigido como pilares para Zidane; pero ahora que deberían descansar más, este no suele darle esa posibilidad a los jóvenes para que los ayuden a dosificarse. Ya son muchos los que se han ido al no poder quitarles el puesto.
4Llorente fue apartado en el Real Madrid
Si a Dani Ceballos le costó su estadía en el Real Madrid algo más personal que su desempeño en el terreno de juego, algo similar puede decir Marcos Llorente. El canterano blanco volvió al Madrid tras una exitosa cesión en el Alavés para ejercer como el suplente de Casemiro; pero el problema es que Zidane no lo veía para ser suplente de nadie en la escuadra merengue. Tras una temporada relegado al banco, con Lopetegui vio más minutos; sin embargo, Solari fue quien decidió darle galones y ver lo que nadie, hasta la llegada de Simeone, se atrevió a ver antes.
Su importancia creció hasta el punto de que ya era titular indiscutible y todo cambió de un solo golpe. Una lesión y el regreso de Zidane lo devolvieron al banquillo; por eso, al no estar dispuesto a desperdiciar sus mejores años decidió irse al Atlético de Madrid en el que ha explotado como un gran y polivalente jugador, que perfectamente podría jugar por Casemiro. No obstante, en opinión de Zidane parece que no vale ni para suplente en el Real Madrid.