El pasado domingo, Tom Brusse y Melyssa Pinto se reencontraban en el plató de «La isla de las tentaciones» cuatro meses después del fin del reality en el que rompieron su relación. Entre miradas cómplices y sonrisas tímidas el francés confesaba que la extronista siempre estaría en su corazón, unas palabras que su actual novia, Sandra Pica, no se tomó nada bien. La tentadora, enfadadísima, entraba en directo en el programa para dar por terminada su relación con el empresario y recriminarle su actitud al ver de nuevo a la chica que ocupaba su corazón antes de que ella se cruzase en sus caminos.
Sin embargo, parece que «la sangre no ha llegado al río» y Tom deja claro que, por el momento, Sandra todavía es su novia. Confesando que «es un poco difícil y todavía tenemos que hablar», el francés desmiente tanto su ruptura como que su chica se haya ido del piso que comparten en la capital, pero también asegura que todavía no tratado el «problema» que supone Melyssa en su relación: «Todavía tenemos una discusión pendiente».
Después de señalar que su reencuentro con su ex «se queda ahí», Tom asegura que comprende la posición de su novia: «Tenemos que hablar, tenemos que ver, paso a paso, la entiendo también, no es fácil para ella»
Además, Tom ha desmentido su ruptura y ha confesado que sigue enamorado de Sandra con un «es mi pareja y la quiero. Y espero que no rompamos». Eso sí, de Melyssa no quiere ni oír hablar porque «no tengo nada más que decir», aunque admite que «es mi pasado, no lo voy a negar».
Parece que, pese al enfado de Sandra, la pareja ha superado la dura prueba que ha supuesto el reencuentro de Tom con el que fue el amor de su vida, Melyssa, y a pesar de que todavía tienen una conversación pendiente, el frances está dispuesto a conseguir que su novia le perdone.