La glutamina es el aminoácido que se encarga de intervenir en la composición de las proteínas que mantienen a las células en buen estado y reparan los tejidos. El cuerpo puede producirla pero en bajas cantidades, sin embargo es posible obtener una mayor cantidad a través de dieta.
Se dice que la glutamina es el aminoácido ‘no esencial’ más abundante en plasma y musculo. Esto debido a que el organismo puede sintetizarlo a partir de otras sustancias en el músculo esquelético, pulmón y cerebro.
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Varios estudios afirman que la ingesta de la glutamina como suplemento dietético puede aportar una gran cantidad de ventajas.
Además, la concentración de la glutamina en sangre es de alrededor de 600-700 mmol/4. Por ello durante los estados catabólicos tales como infecciones y cirugías sus requerimientos se incrementan.
Por otra parte y tras estados de acidosis metabólica y traumatismos, sus requerimientos también se incrementan. La propia homeostasis se ve alteradas y las reservas de glutamina pueden quedar depleccionadas.
Por ello muchos consideran que la glutamina es necesaria para los procesos de curación. Esto debido a que ayuda a reparar aquellos tejidos que se encuentran deteriorados.
Funciones elementales de la glutamina
Algunos esfuerzos físicos prolongados o de alta intensidad puede ocasionar que los niveles de sanguíneos de glutamina incrementen. Esto ocasiona importantes descensos durante el período de recuperación y podría incluso tardar horas o días para retomar los niveles.
Este aminoácido posee cuatro funciones desde la óptica deportiva:
Cuando se deplecionan los depósitos de glucógeno muscular, la glutamina puede ser utilizada como sustrato energético para la resíntesis de ATP.
La glutamina es el principal transportador de amoniaco desde el musculo hasta el hígado, y este se transforma en urea. El amoniaco es tóxico para el organismo, por ello es importante mantener los niveles adecuados de glutamina para mantener la función “desintoxicante”.
En cuanto al correcto funcionamiento del sistema inmunitario depende de unas adecuadas concentraciones plasmáticas de glutamina. Algunos trabajos en el que se han administrado 10 g de glutamina, se encuentran disminuciones de hasta el 40% en la posibilidad de desarrollar una infección de vías respiratorias altas.
Gran parte de la glutamina circulante es utilizada por las células del intestino delgado para ejercer una función energética. Evitando la atrofia y manteniendo su papel de barrera, previniendo la absorción bacteriana, lo que quiere decir que disminuye la permeabilidad intestinal.
Asimismo, la glutamina con la glucosa favorece en la recuperación de glucógeno en músculos e hígado de forma más efectiva que la glucosa sola. Una vez se hayan reducido o incluso agotado las reservas de glucógeno.
El glucógeno es la principal fuente energética del organismo durante el ejercicio. Si al terminar el esfuerzo hay capacidad de recuperar los niveles energéticos, es posible alcanzar una óptima recuperación.
Es preciso aclarar que la glutamina no tiene un efecto ergogénico directo sobre el rendimiento deportivo como otros suplementos a base carbohidratos o cafeína. Por lo que puede existir un déficit plasmático y traer complicaciones.
Suplementos que contienen glutamina
De forma natural, se puede encontrar glutamina en gran parte de las carnes rojas y pescados. También está presente en verduras, legumbres y lácteos.
Sin embargo y como ya lo hemos mencionado anteriormente, la cantidad de glutamina que podemos obtener a través de la alimentación suele ser muy reducida. Por eso, cada vez más las personas que hacen ejercicios o son deportistas utilizan suplementos deportivos de glutamina, sobre todo entre aquellos que buscan ganar masa muscular.
Por tanto, resulta muy efectiva en ejercicios de fuerza. La glutamina también puede resultar de utilidad en deportes de resistencia ciclismo, atletismo de larga distancia, entre otros.
También es capaz de reducir los calambres y prevenir los dolores musculares.
Los suplementos con glutamina son de los más efectivos a la hora de reponer el glucógeno encargado de generar energía.
¿Cómo tomar los suplementos?
En caso que la glutamina sea consumida a través de suplementos, es necesario conocer que existan varios formatos. Polvo, cápsula, comprimido, gel o barras.
De acuerdo a las indicaciones generales, se debe tomar más de 1 hora antes del entrenamiento, o durante y después del mismo, para frenar el catabolismo proteico y contribuir al anabolismo muscular.
Por lo que es aconsejable el uso periódico cuando se producen altas exigencias catabólicas como el inicio de la jornada de ejercicio o prácticas profesionales de ser el caso. Es decir en los tramos que acumulan elevadas cargas de trabajo por entrenamientos y o prácticas de competición.
Generalmente, se varía una dosis media de 5-10 g de glutamina al día, repartidos al menos en dos tomas. De esta forma, aquellas personas que realicen actividades de resistencia siempre se recomienda que introduzcan al menos una toma durante la actividad física y otra después del ejercicio.
En cuanto a las personas que practican de forma intensa, la ingesta es recomendable antes y después de la actividad.
Para aclarar cualquier duda al respecto es recomendable acudir a un nutricionista o entrenador personal para que indique de qué manera se puede trabajar la ingesta según la actividad física que se practique.