Se suele dividir a las personas que conviven con mascotas en amantes de perros o de gatos. Como es habitual en nuestra especie se busca crear posturas encontradas entre los que prefieren la sociabilidad del perro y la independencia de los gatos. La ciencia, que en estas cuestiones siempre va por detrás de las personas que conviven con mascotas, ya ha realizado estudios para determinar que efectivamente los perros son más sociables y los gatos más independientes.
Teniendo en cuenta que todas las razas de perro que conocemos en la actualidad descienden del lobo, un animal gregario. Y que las de gato provienen del gato salvaje africano «Felis silvestris lybica», una especie de gato montés de carácter solitario. Tampoco es de extrañar que los perros tengan una naturaleza más sociable.
6Cada vez aprendemos más sobre cómo funciona la mente del gato y del perro
Afortunadamente, cada vez más laboratorios a lo largo del mundo se esfuerzan por entender la mente felina. Son varios los estudios que demuestran que tras siglos de convivencia perros y gatos coinciden en pasar pruebas de inteligencia social que les resultan difíciles a los primates.
Una de las pruebas clave es la de apuntar, el dueño de un gato o de un perro le señala un determinado objeto, mientras otra persona sujeta al animal. Cuando lo sueltan ambos son capaces de dirigirse al objeto señalado. Algo que no pasa con los chimpancés. Diferentes estudios han demostrado que los perros son capaces de reconocer las emociones en los rostros de las personas, comprender las claves del habla humana e incluso pueden tener un sentido de justicia y ética.