La temporada que está realizando el Atlético de Madrid verdaderamente va camino a convertirse en una de las mejores de su historia, y también de LaLiga Santander, si mantienen ese ritmo feroz de victorias que lleva hasta ahora. Con 47 puntos obtenidos en 18 partidos disputados, siete unidades más que el Real Madrid y 10 puntos más que el FC Barcelona; pero con dos partidos menos, realmente pasa por una etapa de ensueño. El conjunto colchonero consiguió afianzarse en ese estilo rocoso y defensivo que aplica Diego Simeone; aunque con la gran variante de que ahora es un equipo que decidió también dar un paso adelante en ataque. Mantenerse firme en la zaga y sumarle ese gol que le faltaba en temporadas anteriores; le ha dado al Atlético más oportunidades de subir a ese nivel de los más grandes.
Pese a que quedaron fuera de la Copa del Rey, al caer ante el Cornellà; las cosas van muy bien en Liga y en Champions League, en la que se medirán al Chelsea en octavos. Todo ese éxito se ha producido gracias a la sapiencia de Simeone y al esfuerzo de un equipo que está más comprometido que nunca; pero no cabe duda de que sus dos rivales más importantes colaboraron de forma directa en todo lo bueno que le sucede ahora a los rojiblancos. Ambos conjuntos consideraron desechos a dos futbolistas que en estos momentos son vitales en cada uno de los esquemas del entrenador argentino y que representan la mitad de los goles en Liga de la escuadra de la capital. Esos jugadores son Marcos Llorente, del Real Madrid, y Luis Suárez, del Barcelona.
Ese talento que no supo ver Zidane
Los dos forman parte de ese tridente de lujo que ahora tiene el Atlético, pero es que tanto Llorente como Luis Suárez son más que claves para Simeone. Las irregularidades de Joao Félix hacen que baje un poco sus prestaciones; no obstante, en el caso del español y el uruguayo es ese sacrifcio, esfuerzo, pasión, despliegue, definición, verticalidad, resistencia y despliegue los que lo convierten en piezas importantes. Más allá de los goles 18 goles que suman juntos, seis Llorente y 12 Suárez, son todas esas características las que hacen agradecer a Simeone que sus antiguos clubes fueran tan miopes y se los hayan regalado a ellos. El caso del mediocentro español duele mucho, porque el argentino supo ver y mejorar eso que Zidane decidió ignorar por completo.
Marcos Llorente llegó como ese pivote perfecto para suplir a Casemiro, pero solo Solari fue capaz de vislumbrar algo de su talento; pero cuando tal vez podría haber dado un paso más la salida del argentino y el regreso de Zidane lo relegó de nuevo al ostracismo. El gasto millonario del Madrid y la buena cantidad que ofreció el Atlético (40 millones de euros) no hicieron que se lo pensaran dos veces y se lo vendieron a los rojiblancos. Un error muy claro. Simeone vio que su velocidad, buen olfato goleador y gran talento para definir, lo ayudaban mucho en ataque; así que lo probó como segunda punta y allí encontró un nuevo lugar para desplegar su talento. Ahora su polivalencia le permite jugar en ataque y de pivote; pero es su vigor el que lo hace especial para el estratega argentino
Un «acabado» que golea en el Atlético
Si el Real Madrid se equivocó en dejar escapar al único que podría suplantar a Casemira, que aún sigue sin tener recambio; el Barcelona hizo algo mucho peor al dejar salir por la puerta de atrás a un Luis Suárez que acusaron de ser una mala influencia para Messi, de estar «gordo» y «acabado», y además de haberse acomodado en la plantilla culé. Salir al Atlético le ha permitido callar a todos sus detractores y de que gran manera lo ha hecho. Ahora es uno de los goleadores de LaLiga con 12 tantos, un gol más Griezmann (5), Braithwaite (2), Dembélé (2) y Coutinho (2) juntos, todos los que supuestamente iban a hacer más goles que él. Sin embargo, al mirar en retrospectiva el peor error no fue deshacerse de su único nueve de garantías, el Barça ahora no tiene, sino dejarlo ir a un rival directo.
El Barcelona, y el Real Madrid también con Llorente, desestimó la posibilidad de que el uruguayo pudiera aportar más; pero más que nada, ambos tomaron al Atlético como un rival menor que ni con sus desechos podría hacer nada. Suárez se ha vuelto ese motor goleador que le resuelve los partidos difíciles y esos goles decisivos que le faltaron la campaña, en esta si los logra gracias al charrúa. Con 34 años tiene esos 12 goles en solo 15 partidos disputados; pero lo que más sorprende es que ha necesitado 18 disparos para hacer esas dianas. El uruguayo se fue gratis con el Barça pagando 7,5 millones de euros; ese error los perseguirá en una temporada en la que el gol lo desecharon y ahora les hace mucha falta.