La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha presentado este martes al Consejo de Ministros la nueva Estrategia de Acción Exterior en la que se fijan las prioridades y el papel «realista» que el Gobierno espera que España desempeñe en el mundo en los próximos años.
La Estrategia de Acción Exterior 2021-24, que ahora deberá ser remitida a las Cortes, toma el relevo a la aprobada en 2015, con el PP en el Gobierno y José Manuel García Margallo como ministro de Asuntos Exteriores. Dicha estrategia debía haberse renovado en 2019, pero la doble cita con las urnas de ese año lo impidió.
El documento, según ha explicado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, define el papel de España en el mundo «de manera realista, pero también ambiciosa», exponiendo claramente que se trata de un «país comprometido con el conjunto de los retos globales», con el multilateralismo y con «una fuerte vocación europeísta».
La estrategia «pretende sistematizar y actualizar las prioridades de la presencia de España en el exterior» y recoge «las actuaciones que primarán en los próximos cuatro años», incluyendo un «catálogo de acciones e iniciativas concretas», ha añadido Montero.
La acción exterior prevista por el Gobierno en los próximos cuatro años se vertebra en cuatro ejes, según ha explicado la ministra. El primero de ellos es la «promoción y defensa de los Derechos Humanos, la democracia y la igualdad, el feminismo en todas las partes del mundo», ha indicado.
En segundo lugar, «la apuesta por una economía global, competitiva, integrada, justa y equitativa»; tercero, «el firme compromiso con la transición ecológica y el cuidado de nuestro plantea; y en cuarto, ha precisado Montero, «contribuir a una mejor y mayor gobernabilidad a través de una apuesta decidida por más Europa y por un multilateralismo que sea realmente ambicioso.
Para la elaboración de la estrategia, que tras su paso por las Cortes volverá al Consejo de Ministros para su aprobación, previo informe del Consejo de Política Exterior, se ha consultado a todos los ministerios, así como a los órganos constitucionales, las comunidades autónomas y las entidades locales a través de la Federación Española de Municipios y Provincias.
Además, según ha explicado el Gobierno, ha habido consultas con representantes de centros de pensamiento, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales y organizaciones no gubernamentales.
INSTRUMENTOS DE IMPLEMENTACIÓN
Por lo que se refiere a los medios e instrumentos por los que se llevará a cabo la acción exterior está prevista la aprobación de un nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática, con vistas a dotar de «un servicio exterior moderno y ágil orientado a la ciudadanía», así como la puesta en marcha de un Plan de Acción para la Transformación Digital del Ministerio de Exteriores, con especial atención a la modernización de los servicios consulares.
Además, el Gobierno prevé la aprobación de una nueva Ley de cooperación internacional para el desarrollo sostenible, la reforma y fortalecimiento de la AECID, así como el cumplimiento del compromiso de destinar el 0,5 por ciento de la Renta Nacional Bruta a ayuda oficial al desarrollo al final de la presente legislatura, la elaboración del VI Plan Director de la Cooperación Española 2022-2025 y el lanzamiento del Foro Anual de Cooperación al Desarrollo.
También, según indica el Gobierno, se apuesta por el impulso de la diplomacia parlamentaria, por potenciar los mecanismos de consulta entre Exteriores y los responsables autonómicos de acción exterior, y por impulsar «una colaboración más integral con las empresas españolas», lo que pasa tanto por apoyar su acción exterior como por capitalizar «mejor el enorme activo de su presencia y capital humano en otros países».
Por otra parte, la estrategia defiende que la acción exterior «debe contribuir a que el sector exterior siga siendo un motor de crecimiento y de creación de empleo que impulse una pronta recuperación», lo que se traduce en una apuesta por la diplomacia económica teniendo en cuenta la alta y creciente internacionalización de la economía española.
PRIORIDADES GEOGRÁFICAS
A nivel geográfico, Europa es la «principal prioridad» de la acción exterior, toda vez que se considera la política europea como «una prolongación natural de la política nacional. En este sentido, el deseo del Gobierno es «una UE más integrada y federal, que sitúa a la ciudadanía en el centro de su actuación y que ocupe el nivel de protagonismo global que su talla geopolítica y económica merecen». Además, «España aspira a tener un mayor liderazgo en la construcción de la UE de las próximas décadas».
Dentro de Europa, el Gobierno también se marca el objetivo de reforzar las cumbres bilaterales con Alemania, Francia, Italia, Polonia y Portugal, mientras que en lo relativo a Reino Unido se apuesta por desarrollar «una nueva relación de colaboración» en el marco del acuerdo con la UE y del futuro acuerdo de este país y el bloque sobre Gibraltar.
Por lo que se refiere a América Latina y el Caribe, el Gobierno pondrá en marcha una estrategia para reforzar la relación entre la región y la UE, además de buscar el fortalecimiento de la Conferencia Iberoamericana y el sistema de Cumbres. Respecto a Venezuela, la aspiración del Ejecutivo es «mantener la iniciativa en la búsqueda de la salida a la crisis» en este país.
En el caso del Magreb y Oriente Próximo, se buscará fortalecer la interlocución con estos países mediante la celebración de consultas políticas y Reuniones de Alto Nivel con los países del norte de África, en especial con Marruecos y Argelia. También esta prevista la organización del V Foro de la Unión por el Mediterráneo y se tratará de impulsar la Vecindad Sur de la UE y la Unión por el Mediterráneo.
Por otra parte, tras la llegada de Joe Biden a la Presidencia en Estados Unidos, la apuesta es por reforzar «la relación transatlántica tanto a nivel europeo como bilateral». Asimismo, está prevista la apertura de un Instituto Cervantes en Los Ángeles.
En el caso del África Subsahariana, el Gobierno quiere fortalecer la cooperación con los países de Sahel y apoyar sus procesos de desarrollo económico y social y de consolidación institucional. Además, se pondrá en marcha el Programa de Acción del III Plan África y está prevista la celebración del primer Foro Hispano-africano de Ciudades Sostenibles.
Respecto a Asia y el Pacífico, el deseo del Ejecutivo es impulsar los acuerdos comerciales de la UE con Australia y Nueva Zelanda y fomentar diplomacia económica y climática con la región. Además, aspira a un redespliegue consular y del Instituto Cervantes, en particular en China e India.
Por último, el Gobierno buscará fortalecer los lazos con la sociedad civil rusa, bielorrusa y ucraniana y aspira a un mayor despliegue diplomático en la región mediante la apertura de «Antenas diplomáticas» en Armenia, Bielorrusia y Uzbekistán.