La resistencia aeróbica es aquella capacidad que alcanza el organismo de mantener una intensidad alta de ejercicio físico durante un largo periodo de tiempo.
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Esta resistencia se obtiene gracias a la adquisición continua de oxígeno, un componente vital en el rendimiento deportivo. La resistencia aeróbica permite al organismo mantener el soporte de oxígeno y sangre necesario para mantener el esfuerzo a lo largo del tiempo.
Se dice que gracias a resistencia aeróbica es posible transportar el oxígeno del sistema respiratorio al sistema cardiovascular de manera continua. Este proceso permite una ayuda al organismo para que este pueda cumplir con los requerimientos del ejercicio físico.
La resistencia aeróbica puede clasificarse como corta, media o larga aeróbica. Corto sería entre 2 y 8 minutos, y largo sería de más de 30 minutos.
Ejercicios como correr o montar en bicicleta permiten al ser humano aprender a tener resistencia aeróbica. En la medida en que nuestra resistencia sea mayor, se podrá retrasar la llegada del cansancio y por ende un nivel de tolerancia mayor a los períodos de esfuerzo sin quedarnos sin oxígeno.
Resistencia aeróbica y anaeróbica ¿cuál es la diferencia?
Cuando hablamos de resistencia aeróbica, nos referimos a la resistencia que se forma tras el ejercicio de tipo aeróbico, comúnmente conocido como “cardio”. Los deportes que se engloban en esta categoría se caracterizan por ser de intensidad media o baja y de larga duración, como por ejemplo el running, natación, ciclismo o senderismo.
Cuando existe una práctica constante, el organismo obtiene la energía necesaria de la quema de hidratos y de grasas, un proceso para el que se necesita control de oxígeno. Por ello se denomina, “aerobio” que quiere decir “con oxígeno”. Son beneficiosos para el sistema cardiovascular y adecuados para bajar de peso.
Mientras que en el ejercicio anaeróbico, no se necesita oxígeno para la obtención de la energía, ya que esta proviene de fuentes inmediatas como la glucosa, el ATP (trifosfato de adenosina) muscular, o el PCr (fosfato de creatina).
Los ejercicios de tipo “anaerobio”, son todos aquellos que demandan un esfuerzo intenso en poco tiempo. Estos deportes mejoran la tonificación de músculos y huesos.
Ejercicios de resistencia aeróbica
Algunos ejercicios que ayudan en la resistencia aeróbica son:
- Aerobics. Consiste en una sesión de movimientos rítmicos que mantienen el cuerpo en constante movimiento y el corazón latiendo a un ritmo elevado pero regular.
- Caminar. El más simple de todos, no implica pasear con un ritmo detenido, sino caminar sostenidamente y a buen paso durante al menos media hora. Es perfectamente combinable, puede ser en un parque, campo o el lugar que te parezca más agradable.
- Trotar. El ejercicio más intenso y con más impacto que la caminata. Imprime un mayor ritmo de esfuerzo cardíaco y por lo tanto es mucho más demandante. Además, en caso de no hacerlo correctamente puede producir daños en las rodillas y las articulaciones inferiores.
- Natación. Cuando se está sumergido, el cuerpo humano debe sostener la respiración durante segundos y luego renovar el aire de los pulmones durante los instantes en que la cabeza está afuera, programando así al organismo para usar el oxígeno al máximo y mejorar su capacidad pulmonar.
- Bicicleta. Otro clásico que puede hacerse pedaleando hacia algún lugar que más te guste, tomando el tiempo necesarios. También se puede montar en una estacionaria, como las que se encuentran en los gimnasios. Cumple la misma función.
- Saltar la cuerda. Mantener el cuerpo en constante suspensión, empujando con los pies sucesivamente contra el suelo, exige al corazón y a los pulmones un esfuerzo sostenido que utiliza tanto los músculos inferiores como superiores.
El ejercicio es clave para gozar de una buena salud, pero es bueno tener en cuenta que si se quiere obtener todos los beneficios de su práctica así como evitar la aparición de lesiones, hay que adaptarlos a las características personales.
Por lo tanto es clave tener en cuenta factores como la edad, la forma física o la presencia de alguna enfermedad. Ningún ejercicio debe ser practicado si se tienen dificultad respiratoria o alguna lesión corporal. Consulte al médico de ser necesario.
Beneficios para la salud
En los deportes de tipo aeróbico se produce una gran demanda de oxígeno en sangre, por este motivo aumenta la frecuencia cardíaca y es posible respirar más rápido y de forma más profunda.
Por lo que a continuación una lista de ventajas sobre los deportes que ayudan en la resistencia aeróbica.
- Mejora generalizada de las condiciones físicas: aumentan la resistencia y la fuerza a largo plazo.
- Pérdida de peso: debido a la quema de grasas e hidratos que tiene lugar durante su práctica.
- Mejora del sistema inmune: realizar ejercicio aeróbico moderado activa tanto la respuesta inmune inmediata, primera defensa del cuerpo ante agentes externos como la respuesta adaptativa que se estimula tras el contacto con agentes infecciosos.
- Fortalecimiento cardíaco: un corazón más fuerte late más despacio y bombea la sangre de manera más eficaz.