El primer punto a tener en cuenta a la hora de elegir entre el uso de lentes de contacto o gafas convencionales es la recomendación que haga el oftalmólogo. En el caso de que el uso de las primeras no suponga ningún tipo de problema, lo recomendable es plantearse cuáles son las diferencias a la hora de utilizar unas u otras en la vida cotidiana.
Usar lentillas es una decisión que se toma en muchas ocasiones desde un punto de vista estético, ya que no a todo el mundo le gusta verse con gafas. La comodidad que supone llevarlas siempre puestas, sin el riesgo de perderlas, es otro punto a favor de las lentes de contacto.
Sin embargo, existen otras diferencias entre ambos productos ópticos que se deben tener en cuenta. A continuación te mostramos algunos de los más relevantes.
Diferencias de campo visual
Tanto las lentillas como las gafas son utilizadas para corregir ciertos problemas de visión, como son los casos de la miopía y del astigmatismo. A la hora de optar por unas u otras, hay que tener en cuenta que el campo visual que conseguiremos será diferente.
Las gafas solo nos permiten a través de sus cristales. De este modo, la parte inferior y superior, además de los costados, quedarán desprotegidas, con la consiguiente merma en la visión.
Por su parte, las lentillas permiten un campo visual completo. Están expresamente diseñadas para adaptarse a la retina y acompañarla en todos sus movimientos, ya sea en horizontal como en vertical.
Comodidad y diseño
En principio, las lentes de contacto suelen ser más cómodas que las gafas, ya que ni se caerán ni se estropearán de ningún modo. Sin embargo, esa comodidad depende también de la tolerancia de los ojos a estos productos (algunas personas presentan cierta intolerancia y no llegan nunca a acostumbrarse).
En cuanto al diseño, es cierto que las gafas cuentan con una infinidad de formas, modelos y colores, aunque las lentillas también pueden tener un importante componente estético. Las lentillas de distintos colores son muy populares y permiten que muchas personas puedan lucir los ojos de sus sueños (¿quién no ha querido tener alguna vez los ojos de Paul Newman?).
Las lentillas tienen un menor riesgo de interferencia
Uno de los grandes problemas de las gafas convencionales es que se ven muy afectadas por cualquier factor externo: se mojan con la lluvia, se empañan con el vaho, emiten incómodos reflejos de la luz…
Por el contrario, las lentillas no se ven afectadas por las condiciones climáticas, la luz, el calor o el frío; siempre se mantienen en perfectas condiciones, por lo que nos evitan una infinidad de incomodidades.
Relación calidad/precio
En este aspecto, las lentillas se llevan definitivamente la palma. Puedes adquirir unas lentillas de la máxima calidad por unos precios muy ajustados, mientras que si quieres lucir unas gafas con buenos materiales y diseño tendrás que aflojar tu bolsillo (y si son de alguna firma de moda, mucho más).
En definitiva, usar lentillas siempre es una opción mucho más cómoda y rentableque las gafas tradicionales. También se puede elegir la opción de combinar el uso de unas y otras. Esto es algo que depende de tus gustos y necesidades.