El ‘timo’ de las bolsas de patatas fritas rellenas de aire

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Una de las grandes preguntas de la humanidad es sobre por qué las bolsas de patatas fritas van rellenas de aire. Cuando abres una, lo primero que piensas es en el timo que te supone pagar un precio por una bolsa medio vacía. A todos nos ha pasado el llegar con un hambre de mil demonios, abrir la bolsa y poder meter la mano casi hasta el codo para encontrar unas de las pocas patatitas. Ese sentimiento de desamparo que te da el ver que ya ni hasta la mitad. Incluso en las bolsas más pequeñas podrías contar las patatas que vienen con los dedos de dos manos.

Dejamos aparte el debate de si son aperitivos para picar entre hora sanos o no. Este está resuelto de hace mucho, no lo son. Pero aún así, seguimos consumiendo estas ricas bolsas de patatas fritas. Vamos a intentar explicarte el timo de por qué no van rellenas completamente. Todo se puede explicar desde un punto científico. Lo que está claro es que, aunque te quejes porque solo viene media bolsa llena y el resto es aire, sin ese aire, tu bolsa no estaría tan sabrosa ni tan bien conservada. Vamos a darle una explicación a ese “timo”.

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Qué tipo de aire es

Otra de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que no se mete aire normal, lo que lleva dentro de la bolsa es una mezcla de gases que tienen una función clara que te explicaremos después.

Cuando tu abres una bolsa, lo que respiras, además de aromas es un 78% de nitrógeno. El nitrógeno es ese aire con el que los cocineros crean algunos platos, pero en este caso es nitrógeno líquido a muy baja temperatura.

De gas que hay dentro de una bolsa de patata fritas el 78% es nitrógeno y un 21 por ciento está compuesto por oxígeno. Quedaría un 1% por saber y en este caso sería una pequeña porción de gas CO2.