Estos últimos días la actuación del FC Barcelona entrenado por Ronald Koeman ya ha hecho que sean muchas las voces que se levanten apesadumbradas por una realidad que muchos aún no quieren aceptar: se podrá golear, tener suerte por la brillantez de Lionel Messi o ganar de forma muy ajustada; pero esta campaña será muy difícil ganar algo al no tener una base sólida de juego. Allí aparece más grande que todos la figura del entrenador neerlandés que llegó como botón de emergencia de Josep Maria Bartomeu que iba de salida y que ahora tiene al equipo jugando a la nada.
Ante esa imagen tan pobre, los candidatos a la presidencia del Barcelona están claros que el futuro no puede ser decidido por un entrenador que ninguno de ellos eligió y que además no hace que los futbolistas exploten todo su potencial. Por eso ya suenan varios sustitutos para quedarse con el cargo, el último un Mikel Arteta que hace lo que puede en el Arsenal; pero lo más importante es que sea uno que cambió de lleno las cosas. Koeman ya acumula muchos fallos importantes en sus meses al frente del equipo; tantos que serán su perdición a la hora de que llegue un nuevo presidente y le busque su remplazo.
4Una semana llena de ridículos
Durante la última semana el Barça coqueteó con la humillación que si sufrió el Real Madrid, pero que conste que por Koeman hicieron lo posible para imitarla de forma perfecta. En menos de una semana perdieron un título de Supercopa de España que ya tenían en el bolsillo y además se presentaron a la Copa del Rey de una forma muy pobre, al punto de que tuvieron que llegar al tiempo extra para poder vencer al Cornellà, un equipo de Segunda B; algo que cuando te llamas FC Barcelona y tienes algunos de los mejores del mundo en tus filas, pues no puede ocurrir.
Frente al Athletic Club le faltó esa pericia e inteligencia que viene del banco en los minutos finales y ya en el tiempo extra se vio a un Koeman impávido en la banda como si no supiera que pasaba, aún tratando de explicarse como les habían empatado; mientras que los vascos hicieron el gol de triunfo y se concentraron en mantener la ventaja. Ya en la Copa le faltó esa voz de mando para decidir de una vez quien patea los penales cuando no está Messi, no ese jueguito de «tíralo tú» que hicieron y por el que fallaron dos penales. Eso unido a un mal planteamiento y lo mucho que se notó que no estudiaron al rival, los llevó a casi ser humillados; solo un tiro lejano y ese gol en el último minuto maquillaron un resultado que no tuvo nada que ver con el desarrollo del partido.