La resaca es un grupo de malestares que se pueden desatar tras la ingesta de bebidas alcohólicas. Estos malestares aparecen luego que la persona hay tomado una considerable cantidad de alcohol.
La mayoría de las personas tiende a beber alcohol porque en dosis bajas el alcohol es un euforizante, que te hace sentir más feliz y hasta con más energía.
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Esto sucede cuando el cuerpo libera dopaminas y endorfinas, las sustancias químicas que estimulan el sistema de recompensa del cerebro.
Pero a medida que aumenta la dosis de alcohol, el cerebro tiende a entrar como en modo reposo y el cuerpo puede descontrolarse un poco. Esto debido a que el alcohol afecta el sistema límbico del cerebro, por lo tanto muchos son los que no controlan ni sus movimientos.
El alcohol también es un vasodilatador, lo que significa que ensancha los vasos sanguíneos, desviando la sangre del núcleo del cuerpo a sus extremidades. Lo que a ocasiona que las mejillas estén sonrojadas y también la nariz roja.
Mientras más alcohol consumas, más probabilidades tienes de padecer una resaca al día siguiente. El malestar general muchas veces obliga que las personas no puedan siquiera levantarse de la cama debido al fuerte dolor de cabeza.
¿Cuáles son los síntomas de una resaca?
Lo síntomas de la resaca pueden variar dependiendo de cada persona y su resistencia al alcohol. Recuerda que no será la misma para una persona que está acostumbrada a consumir una gran cantidad de bebidas alcohólicas , que para aquella que solo bebe ocasionalmente.
Los síntomas de la resaca mayormente comienzan cuando el alcohol en sangre baja de manera importante hasta alcanzar o aproximarse a los cero grados. Su efecto es máximo la mañana siguiente después de una noche de haber bebido mucho.
Según qué bebida y cuánta cantidad hayas tomado, pueden presentarse los siguientes síntomas:
- Fatiga y debilidad
- Sed excesiva y sequedad de boca
- Dolores musculares y dolores de cabeza
- Náuseas, vómitos y dolor estomacal
- Menos horas de sueño o sueño de mala calidad
- Aumento de la sensibilidad a la luz y al sonido
- Mareos o sensación de que la habitación gira
- Temblores
- Menor capacidad para concentrarte
- Alteraciones del estado de ánimo, como depresión, ansiedad e irritabilidad
- Latidos del corazón rápidos
Aunque mucho se habla de la prevención, hasta los momentos no existe una fórmula mágica que indique de qué manera se puede tomar alcohol sin padecer resaca. Mayormente esta es asociada con la cantidad más que por el tipo bebida.
La mayoría de los casos de resaca desaparecen solos, aunque pueden durar hasta 24 horas, en caso de que ningún síntoma desaparezca o se complique será necesario acudir a un médico.
Factores que aceleran una resaca
Se dice que hay otros factores importantes que también pueden influir en la resaca. Las bebidas alcohólicas tienen unos ingredientes llamados ‘congéneres’ que le dan a las bebidas alcohólicas el sabor y pueden contribuir a causar la resaca.
Los congéneres están concentrados en cantidades más grandes en las bebidas alcohólicas oscuras, como el brandy y el whisky de Bourbon, que en las bebidas transparentes, como el vodka y la ginebra.
Los congéneres aumentan la probabilidad de tener resaca o de que esta sea más intensa.
Sin embargo, hay otros factores que también colaboran a que una persona padezca resaca e incluso de las más fuertes.
- Beber con el estómago vacío. Cuando no hay alimento en el estómago, el alcohol se absorbe más rápido.
- Consumir drogas como la nicotina, junto con el alcohol. La combinación del alcohol con el tabaco parece aumentar la probabilidad de despertarse con resaca.
- No dormir bien o lo suficiente después de beber. Se cree que los síntomas de la resaca, en general, se deben al ciclo de sueño corto y de mala calidad que suele seguir a una noche en la que se bebió alcohol.
- Tomar bebidas alcohólicas de color más oscuro. Las bebidas de color más oscuro suelen tener un volumen alto de congéneres y aumentan la probabilidad de tener resaca.
Es preciso destacar que la mayor parte de las resacas se obtienen tras la ingesta excesiva de alcohol, sin importar qué tipo sea. Sin embargo, hay bebidas que afectan más que otras debido al grado de alcohol que posean.
Recomendaciones
Cualquier persona que tome alcohol puede tener resaca, aunque algunas personas son más propensas a las resacas que otras.
Una variación genética que afecta la forma en que se metaboliza el alcohol puede ocasionar que algunas personas suden o se enfermen incluso después de beber aunque sea una pequeña cantidad. Por lo que es recomendable siempre mantener la moderación y conocerse.
No hay reglas o método que evite una resaca, pero si es posible bajar el consumo o verificar el grado de alcohol de las bebidas. De esa manera tendremos en cuenta si se puede o no beber.
Beba lentamente y con el estómago lleno. Tomar alcohol de forma pausada y con el estómago lleno (es decir haber comido previamente), puede paliar los efectos.
Tomar alcohol con moderación. Se dice que es importante medir el líquido que se consume, dependiendo de la bebida evalúe cuántos tragos puede o no ingerir. No beba apresurado.