La forma de llevar la mascarilla se ha repetido hasta la saciedad, pero vamos a ver el motivo por el que no debería haber huecos entre tu mascarilla y tu cara. Ya llevamos un año conviviendo con el SARS-CoV-2 y su derivado, la COVID-19, por lo que cada vez vamos sabiendo más sobre este virus que ha producido la primera pandemia de la era moderna. Ya hemos hablado en anteriores artículos sobre las mascarillas que hay que utilizar, los diferentes tipos que existen, cómo tratar con ellas y cómo limpiarlas en caso de que esto sea posible. Por otro lado, sabemos que el coronavirus se transmite por el aire, por lo que de ahí viene la importancia de llevar mascarilla.
Ya sea mascarillas de tela, quirúrgicas, FFP2, cualquiera que llevemos, estas deberán ir perfectamente ajustadas a nuestra cara, sin dejar ningún hueco por el que pueda filtrarse aire contaminado con el virus, ya que de esta forma podremos contagiarnos.
Veamos algo más sobre la mascarilla:
5Cómo ajustarnos la mascarilla de forma correcta
La forma de la cara de cada persona e incluso el tamaño es infinitamente diferente, y por ello puede haber algunas mascarillas con las gomas muy grandes, mascarillas que se bajen al hablar, que nos queden grandes, pequeñas, que nos hacen daño en las orejas por tener gomas muy tirantes o que nos hacen daño en la cara. Por ello, es bastante importante encontrar y comprar mascarillas que se ajusten de forma perfecta a nuestra cara y no provoquen ningún hueco.
Aunque no sea lo mejor, no queda otra que comprar varias hasta obtener las que mejor nos queden y la que menos huecos produzcan entre la cara y la mascarilla. Uno de los consejos es utilizar los dispositivos de sujeción de mascarillas. Todas las mascarillas deben ser bien colocadas, pero las quirúrgicas un poco más, ya que en ellas es más probable que queden huecos.