La forma de llevar la mascarilla se ha repetido hasta la saciedad, pero vamos a ver el motivo por el que no debería haber huecos entre tu mascarilla y tu cara. Ya llevamos un año conviviendo con el SARS-CoV-2 y su derivado, la COVID-19, por lo que cada vez vamos sabiendo más sobre este virus que ha producido la primera pandemia de la era moderna. Ya hemos hablado en anteriores artículos sobre las mascarillas que hay que utilizar, los diferentes tipos que existen, cómo tratar con ellas y cómo limpiarlas en caso de que esto sea posible. Por otro lado, sabemos que el coronavirus se transmite por el aire, por lo que de ahí viene la importancia de llevar mascarilla.
Ya sea mascarillas de tela, quirúrgicas, FFP2, cualquiera que llevemos, estas deberán ir perfectamente ajustadas a nuestra cara, sin dejar ningún hueco por el que pueda filtrarse aire contaminado con el virus, ya que de esta forma podremos contagiarnos.
Veamos algo más sobre la mascarilla:
2La realidad de la mascarilla
Esto quiere decir que lo que necesitamos es que el aire que respiramos esté completamente filtrado y haya pasado por la mascarilla, por lo que es así podemos comprender la importancia de llevar la mascarilla bien ajustada a la cara y sin huecos. Esto no quiere decir que la mascarilla deba ir apretada al máximo, únicamente que no se creen grandes huecos por los que el virus se pueda colar.
Por si no recordamos cómo funciona la mascarilla, esta lleva unas telas y filtros en los que cuando pasa el aire, se queda atrapadas las partículas del virus que nos contagian. De ahí que se deba poder respirar por la mascarilla, el aire debe pasar limpio y filtrado, por lo que los huecos dejarán pasar el aire contaminado.