Justo ahora Zinedine Zidane vive sus peores momentos en el Real Madrid. Cierto que solo hace unos meses se escuchó la misma frase y todos los medios apuntaban a una salida rápida del entrenador francés; porque iba dando traspiés en LaLiga, sobre todo contra equipos menores, y casi eliminado de la Champions League, al no estar entre los clasificados cuando faltaba una sola jornada para cerrar la fase de grupos. Sin embargo, el técnico merengue logró que el equipo salvará todo y llegó a encadenar seis partidos consecutivos con victoria; entre ellas tres muy importantes: ante el Sevilla y Atlético de Madrid, que le permitieron engancharse en Liga, y la última ante el Borussia Mönchengladbach. La cosa es que ahora todo es distinto y dos títulos perdidos en menos de una semana hacen la diferencia.
Los blancos comandados por Zidane hicieron el ridículo primero en la Supercopa de España, al caer de forma increíble contra un Athletic Club mucho mejor plantado y eso que estaba casi estrenando entrenador; pero lo peor llegó unos días después contra el Alcoyano en el marco de la Copa del Rey. El duelo terminó en una completa humillación debido a que no pudieron superar a un Segunda B, que en su grupo además va de cuarto lugar, tuvieron que llegar al tiempo extra y ante 10 jugadores perdieron casi al final del choque. Un bochorno en toda regla que el entrenador ha dejado de esconder en las ruedas de prensa con su sonrisa y que ya a nadie convence; por el contrario cada vez son más las voces que se levantan pidiendo su salida al verse como la causa de la mayoría de los problemas del equipo.
Problemas variados en el Madrid
El Madrid pasa ahora por un momento muy complicado en el que es claro que el juego no fluye; pero en ese sentido la culpa corre tanto por parte de los jugadores, que algunos no tienen un estado físico adecuado para jugar en el equipo; y también de un Zidane, que no sabe como variar el equipo en los momentos oportunos. Las escuadras pequeñas han logrado plantarle cara a los merengues, al punto de sacarle empates claves (Eleche, Osasuna…) o hasta de derrotarlos (Cádiz, Alavés…), tal como quedó patente ante el Alcoyano. No obstante, todo cambia cuando el rival es de enjundia y allí la mano del entrenador es clave; porque por alguna razón no consigue que los jugadores se enfoquen y se tomen seriamente los choques frente a ese tipo de equipos chicos.
Junto a esa falta de toma de decisiones, su forma de plantear los partidos y esa poca motivación que logra inculcarle a sus jugadores; también se une esa ausencia de enseñanza a sus pupilos, la pérdida de confianza en buena parte de los jugadores y el nulo estilo de juego que tiene la escuadra blanca. La mano de Zidane no se ha podido ver en ninguno de sus jugadores, porque a no ha podido decir que ha puesto a un titular o si quiera a un suplente de renombre que el haya forjado; además ha dejado escapar jugadores jóvenes (Jovic) y otros se quieren ir (Odegaard), todos apesadumbrados por la falta de oportunidades cansados de que el francés solo cuente con los mismo de siempre y que además fallan cada vez que están. Las irregularidades se notan mucho y el equipo necesita un cambio.
Zidane puede ver su fin pronto
Lo peor de todo es que el equipo, ya pasado de edad debido a que Zidane se niega a renovarlo con los jóvenes que el mismo ha pedido, ahora demuestra lo que desde hace tiempo se olía: no juega absolutamente a nada. El equipo no tiene un estilo definido y da la sensación que LaLiga y Supercopa de España que se ganaron la temporada pasada solo sirvieron para maquillar una temporada en el que juego fue muy pobre y en la que se ganó con lo justo. Ahora ya superada la situación de la pandemia se ve que la falta de un estilo y de una forma de jugar clara, no de lo que se le ocurra a Benzema o el penalti de turno que pueda meter Sergio Ramos, realmente muestra el nivel que tiene el equipo y este claramente no le da para ser contendiente de nada esta temporada.
Ante esa perspectiva el cambio luce inevitable y Florentino Pérez, aunque parece negado a aceptar que es el fin de Zidane va a tener que ponerse estricto ahora que son muchas las voces las que se alzan en su contra. Si bien los medios aseguran que de no hacer un buen papel en octavos de final de Champions League, ese sería su final; otros medios apuntan y ponen su fecha de salida mucho más cerca: justo ante el Alavés este fin de semana. Un equipo en problemas y con un entrenador nuevo no puede ganarle al Madrid. El duelo en Mendizorroza será clave y de obtener un mal resultado, Zidane podría decirle adiós a un Madrid que siempre lo amará por lo que hizo como futbolista y entrenador; pero que ya no quiere seguir navegando sin rumbo, justo como lo hace ahora.