La Guardia Civil ha desarticulado una organización internacional dedicada a introducir en España bebidas falsificadas de tres marcas de ron. En la operación, desarrollada en la provincia de Cádiz, se han intervenido más de 225.000 botellas de ron falsificadas, valoradas en 3.500.000 euros y se ha detenido/investigado a 24 personas.
Según explica el Instituto Armado en una nota de prensa, el entramado empresarial producía el licor en la República Dominicana, lo embotellaba en Honduras y se rotulaba con etiquetas falsificadas procedentes de China.
El género falsificado llegaba procedente de depósitos fiscales ubicados en los Países Bajos, y una vez aquí se comercializaba a través de depósitos fiscales y distribuidoras españolas, de las que se ha actuado sobre 21 de ellas, repartidas en Córdoba, Badajoz, Valencia, Málaga, Barcelona, Madrid, Sevilla, Navarra, Bilbao y Huelva.
Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2019 cuando la Guardia Civil detectó, en un establecimiento de Cádiz, dedicado a la venta al por mayor de bebidas alcohólicas, una partida de botellas de ron que parecían ser falsificadas. Tras hacer las comprobaciones de su autenticidad con peritos de la marca de ron afectada y por el laboratorio del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, se confirmó que se trataba de botellas falsificadas.
Tras esto, los agentes detectaron un entramado empresarial, que aprovechando los procedimientos legales establecidos, conseguían introducir, vía Países Bajos, en los depósitos fiscales españoles estas falsificaciones, las cuales adquirían tal nivel de perfección que les facilitaba eludir los controles fiscales.
LO DISTRIBUÍAN POR TODO EL PAÍS
Estos productos acababan finalmente en diferentes establecimientos dedicados a la venta al por mayor y al por menor que distribuían el alcohol por toda la geografía española.
Por este motido, se establecieron contacots con la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), dando como resultado la intervención de 147.000 botellas de ron falsificadas en un depósito fiscal de los País Bajos, las cuales tenían como destino final España.
Como consecuencia de esta aprehensión, las autoridades hondureñas intervinieron en Puerto Cortés (Honduras) dos contenedores cargados de ron falsificado con un valor estimado en el mercado europeo de 500.000 euros, el cual iba a ser introducido por los mismos cauces en Europa.
La Guardia Civil, ha investigado a más de 500 empresas españolas, portuguesas y holandesas.