Cómo configurar tu Windows para que los juegos no se congelen

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Con toda la pandemia, el teletrabajo se ha disparado. Seguro que tienes un ordenador con Windows por casa que apenas usabas para trabajar, si no para jugar. Sin embargo, ahora al tener que meterle tantos programas, habrás notado que el rendimiento es muy inferior a como era. Por eso te vamos a ayudar desde aquí a dejarlo niquelado para que te rinda a tope y que tus juegos no sigan quedándose congelados. Y es que los jugadores no son personas normales. Necesitan un equipo que cumpla con todas sus exigencias. Entre ellas está que las partidas vayan fluidas.

Imagínate que estás en medio de un tiroteo de Fortnite o de Warzone y el Windows te saca del juego a la pantalla principal porque no tiene suficiente memoria para seguir con el juego. El enfado va a ser épico. Pero con los consejos que te vamos a dar, ya no vas a sufrir sorpresas desagradables. Pero además de tus juegos, vas a notar una mejor soltura a la hora de trabajar. Ya verás como tardan en arrancar esos pesados programas que usas para tus documentos. Incluso podrás mantener reuniones a través de Zoom sin que el Windows se resienta. Vamos a ver qué podemos hace para mantener nuestro sistema operativo en perfectas condiciones.

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La conexión es muy importante en Windows

Tener un Windows muy preparado, con un equipo a toda potencia y con la CPU overclockeada no te sirve de nada sin una buena conexión. Esta variable puede ser definitiva, porque ahora mismo, la mayoría de los juegos van a través de internet.

Si la conexión con la que jugamos es inestable, las partidas van a ser muy frustrantes. Aparecerá el Lag. El lag es un retraso en nuestra partida con respecto a lo que está pasando en la realidad. Veremos movimientos raros o congelaciones.

Hay muchos sistemas operativos que nos permiten asignar un ancho de banda máximo y estable para nuestros juegos. Con ello, se va a dedicar toda la potencia de nuestro internet para jugar y así no tener problemas.