Si hace un año nos hubieran dicho que tendríamos que utilizar mascarillas no nos lo creeríamos y puede que tampoco pensásemos que pudieran existir mascarillas de cobre.
Hace poco menos de un año tuvimos que implantar la mascarilla en nuestro día a día para evitar la propagación de la Covid-19, junto con otras medidas de seguridad y protección, como lavarnos las manos y el distanciamiento social.
El uso de las mascarillas aumentó de forma considerable, sin poder dejar de lado un tema que también es muy importante, que es cuidar el planeta. Por este motivo, muchas personas empezaron a ver más viable utilizar mascarillas reutilizables, con las que también ahorraban dinero.
Un estudio realizado sobre la duración del virus en distintas superficies demostró la gran eficacia y seguridad que tiene una mascarilla con nanocobre frente a una de tela tradicional.
1EL COBRE
El cobre es conocido por ser un antibacteriano, no obstante, necesitan de una carga eléctrica para que tenga este efecto. Por este motivo, se utilizan nanopartículas que con su actividad catalítica hace que se puedan liberar iones de cobre, los cuales atacan a los microorganismos.
Estos iones que se liberan actúan contra el exterior del virus, golpeándolo y perforándolo. Así los iones acceden al interior del virus y le causan un daño similar al del exterior.
Sin embargo, los virus y las bacterias no actúan del mismo modo, por ello, si se enfrenta a una bacteria rompe su membrana y acaba rompiendo el ADN, mientras que con los virus lo que consigue es que no se multiplique.
No obstante, sigue estudiándose el efecto que puede tener este tipo de mascarillas ante el coronavirus, aunque lo que sí saben es que evitará que el virus se disemine.