El tiempo de cuarentena tras el contacto con un caso confirmado de COVID-19 podría reducirse potencialmente a 7 días sin aumentar el riesgo de transmisión del virus si se somete a las personas al séptimo día de cuarentena a una prueba de PCR o de antígenos, según sugieren las conclusiones de un estudio de modelización inglés publicado en la revista científica ‘The Lancet Public Health’.
El estudio, que tiene en cuenta la carga viral potencial de las personas infectadas y la sensibilidad de las pruebas de COVID-19, estima que es poco probable que las personas que dan negativo en las pruebas tras 7 días de cuarentena sean infecciosas y podrían ser liberadas sin que aumente el riesgo de transmisión del virus por encima de lo que cabría esperar con una cuarentena de 14 días sin pruebas.
Igualmente, el estudio apunta que las pruebas diarias durante 5 días después de la exposición a COVID-19 utilizando test rápidos podrían evitar un nivel similar (50%) de transmisión del virus sin la necesidad de poner en cuarentena en absoluto, si los individuos se aíslan al recibir una prueba positiva, según este modelo. Sin embargo, el estudio no evalúa el número ni el coste de las pruebas que serían necesarias para este enfoque.
«Nuestros hallazgos sugieren que la incorporación de las pruebas de los contactos en un sistema de rastreo y aislamiento podría ayudar a reducir los tiempos de cuarentena, y esto, a su vez, podría mejorar la adherencia al facilitar la finalización del periodo de aislamiento completo», explica el autor principal del estudio, Sam Clifford, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (Reino Unido).
Alrededor del 95 por ciento de las personas que desarrollan síntomas de COVID-19 mostrarán signos de enfermedad en los 14 días siguientes a la exposición al virus. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas que hayan estado en contacto con alguien que haya dado positivo en la prueba del COVID-19 se pongan en cuarentena durante los 14 días siguientes al último día de contacto.
Este enfoque ayuda a prevenir la propagación del virus, ya que cualquier persona que pueda haberse infectado tras el contacto con el caso inicial ya estará separada de los demás antes de que desarrolle los síntomas o empiece a diseminar el virus. Sin embargo, el cumplimiento de las normas de cuarentena varía y cada vez hay más pruebas a nivel mundial de que muchas personas no pueden permitirse el lujo de ausentarse del trabajo o de las responsabilidades de cuidado cuando pueden no estar infectadas en absoluto. Algunos países han reducido sus directrices oficiales sobre la cuarentena y el autoaislamiento a 7 días para intentar mejorar el cumplimiento, entre ellos Francia y Bélgica.
Las pruebas podrían ayudar a identificar a las personas que no están infectadas para que puedan ser liberadas de la cuarentena antes de tiempo. Las pruebas de PCR ofrecen el método más sensible para detectar la infección por COVID-19, y también dan lugar a pocos falsos positivos. Estas pruebas funcionan amplificando y detectando el material genético del virus y son muy sensibles, lo que significa que pueden detectar incluso niveles bajos de ARN del virus.