Las plantas superiores del edificio siniestrado «tendrán que ser objeto de derrumbe controlado»

Las plantas superiores del edificio que ha sufrido este miércoles una explosión en la calle Toledo de Madrid «tendrán que ser objeto de un derrumbe controlado», ha asegurado el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, desde el lugar.

Ha estado acompañado por la delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz; el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y los portavoces de Más Madrid, Rita Maestre, y del PSOE, Pepu Hernández.

Tal y como ha explicado, «es difícil tener viabilidad», por lo que «habrá que proceder a su desmontaje controlado». Si bien, ha indicado que los bomberos tendrán que revisar la pared medianera con la residencia de ancianos colindante, en la que nadie ha resultado herido.

Martínez-Almeida ha asegurado que «esta tragedia podría haber tenido una magnitud más considerable» al estar también al lado de un colegio. No había alumnos ya que el paso de la borrasca ‘Filomena’ había desaconsejado que acudieran a los alumnos.

DEMOLICIÓN MAÑANA A PRIMERA HORA

La demolición controlada de las plantas superiores del edificio siniestrado por una explosión en la calle Toledo comenzarán este mismo jueves a primera hora, ha avanzado el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes.

Así, ha detallado que acudirán grúas a las 8 horas para empezar la demolición de lo que queda en pie del número 98 de la calle Toledo. Hay que realizar esta operación «muy poco a poco» porque no se puede hacer desde dentro ante la imposibilidad de pisar esas plantas.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ya había avanzado que estas plantas «tendrían que ser objeto de un derrumbe controlado». Además, los bomberos tendrán que revisar la pared medianera con la residencia de ancianos colindante, en la que nadie ha resultado herido.

Martínez-Almeida ha asegurado que «esta tragedia podría haber tenido una magnitud más considerable» al estar también al lado de un colegio. No había alumnos ya que el paso de la borrasca ‘Filomena’ había desaconsejado que acudieran a los alumnos.