La salsa mayonesa o mahonesa es para muchos un básico imprescindible de la cocina, base de multitud de recetas y delicioso aderezo de infinidad de platos y alimentos. En su versión original apenas contiene dos ingredientes, pero también podemos preparar una rica lactonesa o una sin huevo, ideal para alérgicos o para disminuir los riesgos que tiene el huevo crudo.
En verano es cuando aumentan las intoxicaciones alimentarias en gran medida por los problemas que genera la mala manipulación del huevo crudo, uno de los ingredientes con más riesgos en la cocina casera. Para estar más seguros o simplemente porque no podemos consumirlo, la lactonesa es la alternativa perfecta, que también admite leche sin lactosa.
2Preparar la mayonesa
Procurar que la leche esté a temperatura ambiente. Colocar en el vaso de la batidora o un recipiente similar, cilíndrico, y colocar la batidora tocando el fondo. Batir sin moverla durante unos 20 segundos, a velocidad baja, para empezar a darle volumen.
Añadir el aceite de oliva poco a poco, en hilo, sin dejar de batir. Mantener el brazo de la máquina en el fondo sin moverlo hasta que empiece a emulsionar y crecer. Llegará un momento en el que el aceite se quedará en la superficie; entonces seguir batiendo pero subiendo y bajando la batidora, para ayudar a la emulsión.
Continuar poco a poco añadiendo más aceite hasta tener la textura deseada. Incorporar la sal y posibles aromas, como un chorrito de vinagre, zumo de limón, pimienta o una punta de mostaza. Batir un poco más para incorporarlo todo bien.
Si queremos más cantidad o nos ha quedado muy espesa, podemos agregar más leche y batir de nuevo; lo mismo con el aceite. Guardar en un recipiente limpio y hermético en la nevera hasta el momento de servir.