La dieta milagro no existe pero, sin embargo, sí existen métodos nutricionales como el ayuno intermitente, del que tanto se ha hablado últimamente como una filosofía de vida y de alimentación no sólo para mantener a raya nuestro peso sino también para ayudar a mejorar nuestro bienestar.
Pese a que cuenta con muchos detractores, los expertos aseguran que el ayuno intermitente – que siguen muchas de nuestras famosas, como Tania Llasera, Rosa Benito o Amelia Bono – es una forma de comer que perfectamente se puede combinar con nuestro ritmo de vida, sin por ello tener que poner en riesgo nuestra salud. Los responsables de MiAyuno nos ofrecen varios consejos claves para practicar esta filosofía de alimentación que tan de moda se ha puesto, garantizando nuestro bienestar físico y mental.
1. El objetivo es hacer un ayuno intermitente 8/16 (es decir, comer las primeras ocho horas del día y ayunar las restantes). Para ello se puede empezar con un ayuno intermitente 12/12 durante una o dos semanas, y en función de la dificultad es posible ir progresando y mantener otras dos semanas un ayuno intermite de 10/14, siendo la segunda cifra, el número de horas sin comer.
2. Adapta el ayuno intermitente a tu biorritmo. Lo normal si se practica el ayuno 8/16 es saltarse una de las comidas principales, el desayuno o bien la cena. Las personas que son más activas por la noche se saltarán con más facilidad el desayuno, mientras que aquellas que se activan más rápido por la mañana optarán por saltarse la cena.
En cualquier caso, para facilitar un óptimo descanso nocturno es importante cenar no más tarde de las 21 horas siendo recomendable hacerlo sobre las 19-20 horas, si bien muchas veces esto es imposible de llevar a cabo por las obligaciones del día a día.
3. Practicar el ayuno intermitente no significa comer lo que quieras. Se trata de una estrategia nutricional que garantiza un óptimo funcionamiento del proceso digestivo, pero siempre que no se descuide la composición y base de nuestra dieta. Una dieta equilibrada ha de cumplir los siguientes requisitos:
– Contener todos los macronutrientes necesarios (proteínas-grasas y carbohidratos).
– Rica en micronutrientes (vitaminas y minerales).
– Combinar coherentemente los diferentes alimentos en cada ingesta para garantizar un proceso digestivo eficiente.
– No hay que descuidar la calidad de los alimentos que ingerimos para garantizar una buena nutrición.
– Evitar los tóxicos como el alcohol, el exceso de azúcar o de productos refinados, el exceso de grasas poco saludables generalmente presentes en alimentos muy procesados.
4. La alimentación no es el único aspecto que condiciona nuestro bienestar. Si bien es cierto que alimentarse adecuadamente es básico para nuestro bienestar, existen además otros aspectos a tener en cuenta que ayudan a garantizar nuestra salud:
– La actividad física, que ayuda a mejorar nuestro estado de la masa muscular es clave para regular el metabolismo y, además, garantiza una buena oxigenación de todas las células de nuestro cuerpo.
– El respeto de los biorritmos favorece sobre todo un buen reposo nocturno clave para que nuestro organismo desintoxique y se repare durante la noche y así se sienta enérgico por la mañana.
– Mantener una actitud positiva frente a los problemas de la vida favorece un buen equilibrio emocional.
5. Sé flexible y evita ser extremista. «Hacer un ayuno intermitente ha de ser una decisión voluntaria, que en situaciones puede ser alterado o no respetado, por ejemplo, en una cena de empresa, en reuniones familiares o cualquier acontecimiento, sin que por ello se vean reducidos sus beneficios. En la dieta, como en muchos otros aspectos de la vida, hay que ser flexible para mantenerse recto. Nuestro bienestar exige que muchas veces tengamos que adaptarnos a las circunstancias y desviarnos «alguna vez» de nuestro camino para, lo antes posible, volver de nuevo a él. Con este planteamiento no nos sentiremos culpables por saltarnos algún día el ayuno intermitente, aunque debemos recuperar lo antes posible nuestros buenos hábitos», añaden desde MiAyuno.