- Te presentamos los principales factores a tener en cuenta para servir el vino y cómo hacerlo para que conserve de forma óptima sus características organolépticas, cuerpo, sabor y aroma.
- Elegir la copa adecuada, decantar el vino o mantener la temperatura idónea son algunos de ellos.
Elixir del dios Baco, sagrado para algunas religiones y elemento de integración social, el vino ha formado parte de la cultura y la gastronomía mundial desde tiempos inmemoriales. Así, la bebida más antigua del mundo se ha convertido en protagonista de los momentos más especiales. El vino ha pasado a ser piedra angular en la sociedad impulsando la inspiración y desarrollo de nuevas actividades para otros sectores además del gastronómico, como el turismo o la industria de la belleza.
De hecho, muchos sibaritas y amantes del buen vino (los ya conocidos como wine lovers), no dudan en saber identificar sus diferentes cualidades, su cuerpo, su sabor y sus aromas. Con el fin de brindar experiencias memorables no solo en el paladar, sino también en la memoria, aquí está el resumen en seis sencillos pasos cómo convertirse en el anfitrión ideal sirviendo al rey de copas de la mejor forma para que luzca sus propiedades en todo su esplendor.
4La importancia del cáliz: el vino siempre en copa
Existen muchos tipos de copas y es fundamental escoger una copa acorde al vino. Es más: hay una copa para cada tipo de vino producido con cada tipo de uva. En términos generales, cuanta más potencia, aroma y fuerza tenga un vino, más grande será la copa -tipo balón-, para dejar más espacio y los aromas se expandan. Un ejemplo sería la copa Borgoña. Por el contrario, para un vino más fino y de aroma más sutil, la copa deberá ser más estrecha, tipo Burdeos.