Usuarios del transporte público en La Rioja deberán estar en silencio y no hablar por el móvil

Los usuarios de los diferentes servicios de transporte público de La Rioja (urbano, metropolitano, interurbano y rural) deberán estar en silencio en el interior de los autobuses, no podrán hablar por el teléfono móvil y, en el exterior de los vehículos, no se permitirá fumar en las marquesinas.

Son algunas de las nuevas medidas que se van a implementar en el transporte público de la comunidad, que este martes han dado a conocer el director general de Infraestructuras del Gobierno de La Rioja, Vicente Urquía, y el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Logroño, Jaima Caballero.

Unas medidas que se suman a las ya conocidas, como la obligatoriedad de llevar la mascarilla; utilizar el gel hidroalcohólico tras el pago, que deberá hacerse preferentemente con tarjeta, evitando el pago en metálico; el mantenimiento de la distancia de seguridad, con aforo completo sentados y de dos personas por metro cuadrado de pie; la ventilación continua, con las ventanas abiertas; y la limpieza y desinfección diaria de los vehículos.

Todos estas medidas se colocarán desde hoy mismo en una parte visible de los autobuses urbanos de todos los ámbitos, «para recordar a todos los usuarios lo que tienen que hacer, porque -ha dicho Urquía- con una situación que se prolonga, nos relajamos, y podemos normalizar todo». «Hay que seguir sensibilizando a la población, es clave», ha defendido.

Como medidas nuevas, se introducen el guardar silencio durante el trayecto, así como no hablar por el móvil, «dado que, cuando se habla, salen más partículas al aire incluso fuera de la mascarilla, no es demasiado esfuerzo estar callados durante los diez minutos que puede durar un viaje», a lo que ha unido la prohibición de fumar en las marquesinas, «algo que era ya una demanda anterior».

HORAS PUNTA.

Por otro lado, Urquía ha subrayado, pese a que el transporte urbano es «seguro», existe «preocupación» por la ocupación de los autobuses en las horas punta, centradas especialmente en los momentos de entrada y salida de los centros laborales y escolares.

Una situación que se plantea subsanar «con refuerzos en la medida de lo posible, pero no se puede hacer de manera ilimitada». En el caso concreto del transporte urbano de Logroño, Jaime Caballero ha señalado que se van a utilizar los cuatro autobuses que se van a retirar gracias a la última renovación de la flota, y ha citado, como ejemplo, el de la Línea 1.

Frente a esta situación tanto el concejal de Desarrollo Urbano como el director de Infraestructuras han apostado por «flexibilizar» los horarios de entrada y salida de las empresas, algo, como ha recalcado Urquía, de lo que se está ya hablando con la FER y los sindicatos «aunque al final es cosa de cada empresa».

Jaime Caballero ha incidido en la «seguridad» del transporte público, donde, según los datos que ha ofrecido, «no se producen incidencias destacables, frente al 40% del ámbito familiar, el 27% del laboral o el 9% del sanitario», si bien sí han reconocido un descenso en el número de usuarios, que Urquía ha cifrado «entre un 35 o un 40%».

Del mismo modo, por último, ambos ha coincidido en reseñar la importancia del pago con tarjeta y no en metálico «lo que, además, repercute en la agilización de los embarques», mientras que los dos, del mismo modo, han rechazado la puesta en marcha de medidas «más populistas que otra cosa» como la gratuidad del billete.