Picardo: Gibraltar no permitirá que agentes en el Peñón reemplacen a Frontex

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha advertido este martes que bajo ningún concepto el Peñón permitirá que sean agentes de los cuerpos de seguridad españoles los que tomen el relevo a Frontex una vez concluya el periodo inicial de cuatro años tras el acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre este territorio.

Así se lo ha transmitido a los miembros de la Cámara de los Lores durante una comparecencia ante su comisión sobre la Unión Europea, en la que le han trasladado sus preguntas respecto al principio de acuerdo alcanzado entre España y Reino Unido el pasado 31 de diciembre sobre Gibraltar y que debe sentar las bases para un futuro tratado entre la UE y Londres sobre el Peñón, por el cual este quedaría dentro del espacio Schengen.

Picardo ha advertido de que ni él, ni posiblemente ningún ministro principal, estará dispuesto a aceptar que una vez cumplidos los cuatro años iniciales la labor de Frontex pasen a asumirlas agentes de los cuerpos de seguridad del Estado españoles.

En este sentido, ha confiado en que para entonces se haya conseguido generar la «confianza» para que sean los agentes fronterizos y los guardacostas gibraltareños asuman el papel de Frontex.

Esto permitiría que en lugar de los dos controles que deberá haber en el puerto y el aeropuerto una vez se firme el acuerdo entre la UE y Reino Unido, uno primero por parte de Gibraltar y luego otro de Frontex para poder entrar al espacio Schengen, hubiera un único control, ha subrayado.

No obstante, Picardo ha confiado en que durante la negociación del acuerdo y en los cuatro primeros años de su implementación se podrá encontrar «una arquitectura alternativa» una vez salgan los agentes de Frontex porque de lo contrario habría una vuelta a una situación de «Brexit duro» y «sería una pena», ha opinado.

PONE EN TELA DE JUICIO A LAS INSTITUCIONES ESPAÑOLAS

Picardo ha argumentado el rechazo a la presencia de agentes españoles en Gibraltar obedece al «daño institucional que se ha hecho a la relación y a la confianza que los gibraltareños pueden tener en las instituciones españolas en estos momentos».

«Lamento tener que decir esto pero es el efecto de décadas en las que la naturaleza de la relación ha sido como hasta ahora» y por eso, ha añadido, el principio de acuerdo y el futuro tratado pueden suponer una oportunidad para «resetear» las relaciones.

En este sentido, ha sostenido que Gibraltar busca «desde hace tiempo un futuro que sea diferente del pasado» en la relación con España, que sea «de amistad y cooperación entre vecinos». Por parte gibraltareña, «estamos intentando tener una relación de buena vecindad y positiva», ha subrayado Picardo.

El ministro principal ha vista «una oportunidad en la actitud adoptada por el Gobierno actual (español) en muchos aspectos, no en todos, de lo que el futuro nos podría traer». Así, ha confiado en que pueda haber «más cooperación y menos confrontación» y se pueda poner el acento «en lo que tenemos en común en lugar de lo que nos separa».

Por otra parte, ha asegurado que el preacuerdo alcanzado no afecta en nada a la soberanía de Gibraltar, prometiendo que si así fuera en un futuro durante la negociación entre la UE y Reino Unido sobre el Peñón cualquier cuestión debería ser sometida a referéndum.

LA SOBERANÍA QUEDÓ FUERA DE LA MESA CON EL PP

Además, ha recalcado que ya cuando se comenzó a negociar el Acuerdo de Retirada entre Reino Unido y la UE para hacer efectivo el Brexit, el Gobierno español de la época, encabezado por Mariano Rajoy, dijo que «no era el momento de poner la soberanía sobre la mesa», una postura que se mantuvo con la llegada de Pedro Sánchez al poder.

Ahora, ha añadido, la actual ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha indicado que el Gobierno de coalición se centra en «arreglos de efecto práctico» y no en la cuestión de la soberanía. Así pues, ha subrayado, a la hora de negociar el preacuerdo todas las partes se sentaron a la mesa con la idea clara de que la soberanía quedaba fuera, y así lo recoge el texto.

Por otra parte, ha reconocido que aunque tanto Londres como Madrid confían en que pueda haber un acuerdo entre Reino Unido y la UE en un plazo de seis meses, también es posible que ese acuerdo no llegue a materializarse por lo que Gibraltar deberá prepararse en este tiempo «para un Brexit duro».

En este sentido, se ha mostrado respetuoso con los plazos y los tiempos de la Comisión Europea, que tras haber recibido el principio de acuerdo entre Londres y Madrid y que debe de servir de marco de negociación, tiene que fijar su propio mandato negociador y designar a quien lo lleve a cabo.