En breve se va a estrenar La isla de las tentaciones 3 en Telecinco. En este programa las personas se ponen a prueba. Por si alguien todavía no sabe de qué va este concurso reality, cinco parejas que no están en su mejor momento en la relación, entran a la isla para ver si pueden seguir estando juntos. Y lo hacen de una manera muy sincera: Se meten durante unos días separados en dos casas diferentes. Pero en las casas no están solos, una buena cantidad de solteros estarán allí con el objetivo de seducirlas. Y aquí viene el entretenimiento, a ver si alguno cae en la tentación.
Pero no acaba la cosa ahí. Cada noche, se reúne a ellos y a ellas en la playa. Allí les muestran imágenes de sus parejas. Y se ve si han sido traicionado o si han resistido. Esto crea muchas situaciones de celos, de cuernos e infidelidades y de desconfianza. Cuando terminan los días en donde están separados, se produce el encuentro. Allí se vuelven a mostrar imágenes y ellos deciden si siguen adelante con la relación, si se vuelven solos a casa o si se van con la nueva pareja, en caso de que hayan tenido algún romance con un soltero. Y tras las dos primeras ediciones, parece que La isla de las tentaciones 3 no puede superar lo visto anteriormente. Vamos a ver qué tentaciones deben evitar las parejas en este nuevo reality.
3La desconfianza en La isla de las tentaciones 3
Si aparte de celos, las parejas no tienen confianza en ellos, se puede convertir la experiencia en un cóctel brutal. Lo primero que se les dice tanto a ellas como a ellos es que disfruten de la experiencia al máximo.
Disfrutar significa desinhibirse totalmente. Hay que recordar que estas parejas que van a entrar no están en la mejor situación posible. Han pasado por algunas vicisitudes y llegan a la isla para confirmar si continúan juntos o cada uno va por su camino.
Es por eso que, aunque parece que se quieren mucho, al entrar se ve que hay desconfianza por ambos. Muchos de ellos pueden llegar a cometer errores por no confiar en el otro. A más de una pareja la hemos visto cometer una infidelidad por si acaso el otro la cometía.