La capa de ozono es aquella capa protectora dentro de la atmósfera terrestre que funciona para preservar la vida del planeta tierra. Esta capa es importante porque funge incluso como escudo contra la radiación ultravioleta.
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La capa de ozono se encuentra entre 15 y 50 kilómetros de altura de la superficie de la tierra y es la que absorbe más del 97% de la radiación solar que resulta dañina.
Dicha capa está compuesta de ozono, un gas formado por una molécula que tiene 3 átomos de oxígeno. Este tercer átomo vuelve al oxígeno venenoso, ya que al ser inhalado el ozono es mortal.
Esta molécula de ozono se forma en la estratósfera por la acción de la radiación solar a través de un proceso llamado fotólisis. Esto ocurre cuando los rayos del sol rompen una molécula de oxígeno presente en la estratósfera y la dividen en dos átomos.
Cuando uno de estos átomos de oxígeno se junta con una molécula de O2 se produce el ozono, que se distribuye y forma una fina capa que envuelve al planeta.
Capa de ozono y la historia
La capa de ozono fue descubierta en 1913 por los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson. Más tarde el meteorólogo Miller Dobson examinó sus propiedades y desarrolló el espectrofotómetro, un instrumento que permite medir el ozono desde la superficie de la tierra.
Como lo mencionamos anteriormente, la capa de ozono es necesaria e indispensable para preservar la vida ya que filtra una buen porción de rayos solares. La capa de ozono únicamente deja pasar los rayos necesarios.
La destrucción de dicha capa se da de manera natural al alterarse los niveles de ozono presente en la atmósfera. Sin olvidar que también su destrucción es generada por el hombre y el uso de productos y procesos libera gases dañinos.
En los años setenta, los científicos descubrieron que la capa de ozono se estaba agotando.
Las concentraciones de ozono en la atmósfera varían de forma natural en función de la temperatura, las condiciones meteorológicas, latitud y la altitud. Se dice que toda sustancia expulsadas a raíz de fenómenos naturales ya sea erupciones volcánicas, pueden afectar también los niveles de ozono.
Pero no eran precisamente los fenómenos naturales los que generaban los niveles de agotamiento drásticos. Por lo que los científicos determinaron que correspondía al uso de sustancias químicas artificiales.
Estas sustancias que agotan la capa de ozono surgieron en los años setenta en una amplia gama de aplicaciones industriales y de consumo. Mayormente en refrigeradores, aparatos de aire acondicionado y extintores de incendios.
El gran agujero de la capa de ozono
Debido a causas naturales y desde luego por el uso de constantes sustancias químicas tóxicas, la capa de ozono presenta agujeros. Estos suelen encontrarse en los polos y son sectores de la capa con poca presencia de ozono gas por los que se filtran con mayor facilidad los rayos UV.
Desde luego la destrucción de la capa se ha acelerado en los últimos años y esto a raíz del uso humano de halocarbonos. Dichas sustancias presentes en pesticidas o aerosoles emiten gases a la atmósfera que provocan el adelgazamiento de la capa de ozono.
El principal riesgo de los agujeros en la capa de ozono es que aumentan la exposición del planeta tierra y los seres vivos a la radiación UV que es perjudicial para la salud. Dichos rayos dañan el ADN de la piel lo que produce quemaduras y cáncer de piel.
El gráfico muestra la evolución del tamaño del agujero sobre la Antártida. El agujero siguió creciendo en los años posteriores a la ratificación del Protocolo de Montreal.
Tan relevante ha sido el tema que la legislación de la Unión Europea ha sido y es estricta en cuanto a las sustancias que agotan dicha capa. De hecho, a través de una serie de reglamentos, la UE no solo ha aplicado el Protocolo de Montreal, sino que varios casos ha eliminado progresivamente el uso de sustancias peligrosas.
El llamado reglamento del ozono de la UE establece requisitos para la concesión de licencias de exportación e importación de sustancias. Sin olvidar que regula y supervisa no solo las sustancias cubiertas por el Protocolo de Montreal, sino también otras que no están cubiertas.
El tema de la capa de ozono ha sido desde entonces un tema de conversación y atención, tanto que las Naciones Unidas declararon al 16 de septiembre como el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono.
¿Qué hacer?
El camino es largo y aún queda por recorrer para asegurar que exista una recuperación absoluta. Muchos prevén que la capa no logre recuperación total pero las organizaciones insisten que es necesario recordar cuan importante es y cómo preservarla.
Las acciones requeridas a escala mundial para que la capa de ozono siga recuperándose son:
- Garantizar que las restricciones vigentes aplicables a las sustancias que se apliquen correctamente y que se siga limitando el uso mundial de las sustancias destructoras del ozono.
- Garantizar que los bancos de sustancias se gestionen de una manera ecológica y se sustituyan por alternativas respetuosas con el clima.
- Reducir el uso de sustancias en aplicaciones no consideradas como consumo a efectos del Protocolo de Montreal.