Con la llegada de las bajas temperaturas que están azotando estos días a gran parte de nuestro país, nuestros pies pueden resentirse si no les prestamos la suficiente atención y les dedicamos el cuidado que se merecen. Por ello, para evitar problemas de salud que podrían llegar incluso a afectar a otras partes de nuestro cuerpo, es importante que tomemos ciertas precauciones y sigamos ciertas recomendaciones, como el decálogo que ha elaborado el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid, con unas sencillas recomendaciones para cuidar la salud de nuestros pies.
Las cinco cosas que deberíamos hacer:
– Lo más importante, siempre, es saber elegir un buen calzado. Lo principal es que sea de la talla correcta. Es decir, que no quede holgado para que no fuerce nuestra musculatura, pero tampoco nos apriete y dificulte nuestra circulación o cause rozaduras. Además, debería ser de materiales naturales, transpirable, impermeable y con suela antideslizante.
– En segundo lugar, también es muy importante utilizar calcetines de fibras naturales, que permitan una buena traspiración y eviten el exceso de sudoración.
– En tercer lugar, es importante llevar a cabo ciertos cuidados de higiene diarios: lavarnos con jabón neutro, secar suavemente e hidratar una o dos veces al día.
– Por otro lado, es importante incrementar el consumo de ciertos alimentos y beber mucha agua. Una correcta hidratación ayudará a nuestra circulación y evitará que nuestros pies se enfríen. Además, alimentos con vitamina C, E y K, y especias como la cayena, la cúrcuma, la canela o la pimienta, también serán beneficiosos para nosotros en esta época del año.
– Por último, es recomendable acudir cada seis meses o, al menos, una vez al año a la consulta del podólogo. En este sentido, el inicio del invierno es un buen momento para acudir a que nos realicen una revisión general, completa y personalizada.
Las cinco cosas que no debemos hacer:
– Al igual que es importante saber elegir un buen calzado, en la época invernar es importante evitar usar calzados que no tengan suela antideslizante y que no sean impermeables. En el caso de los zapatos de tacón, además, hay que procurar que no superen los 7 centímetros y el tacón sea lo más ancho posible.
– Aunque lleguemos a casa con los pies fríos, debemos evitar acercarlos a focos de calor directos. Los cambios bruscos de temperatura siempre son desaconsejables, pues se potencia la aparición de sabañones y otras anomalías en la piel.
– Estar mucho tiempo con los pies inmovilizados también puede afectar a nuestros pies de forma negativa.
– Del mismo modo que algunos alimentos son positivos para la salud general y de nuestros pies en concreto, otros productos como el alcohol o el tabaco pueden afectarnos negativamente. Además, tampoco es conveniente el exceso de consumo de cafeína, que puede comprimir nuestros vasos sanguíneos, o de marisco, que aumenta nuestro ácido úrico.
– En último lugar, aunque siempre es importante evitar las malas prácticas deportivas, ahora, debemos prestar aun más especial atención a la forma de realizar los ejercicios. Ya que, la llegada del frío puede aumentar la facilidad de lesionarse o sufrir ciertas alteraciones biomecánicas