El Corte Inglés ha trasladado al comité de empresa el cierre «temporal» de su centro en Linares (Jaén) a partir del 1 de marzo, mientras que el alcalde de la localidad, Raúl Caro-Accino, nada más conocer la decisión, ha pedido a la compañía que lo «reconsidere», porque el municipio linarense, uno de los más afectados por el desempleo en España, «ya no aguanta más castigos».
En concreto, el centro de El Corte Inglés de Linares, que cuenta con cinco plantas, abrió sus puertas a finales de 2002. Fue el primero de la provincia de Jaén y al que años después de sumaría el de la capital jiennense.
El alcalde de Linares, Raúl Caro-Accino, ha lamentado en un comunicado la decisión tomada por El Corte Inglés de cerrar de «manera temporal» su centro comercial de la ciudad a partir del mes de marzo, lo que supone un «mazazo inesperado» para economía local en el «peor momento de la pandemia».
Caro-Accino, quien ha informado a primeras horas de la mañana de la situación a su equipo de Gobierno y a los partidos de la oposición, ha indicado que mantiene abiertas todas las vías de comunicación tanto con la dirección de la compañía como con el resto de administraciones con el fin de estudiar alternativas que garanticen la viabilidad del proyecto empresarial de El Corte Inglés en Linares.
De hecho, a lo largo del día mantendrá conversaciones al más alto nivel para plantear posibles soluciones para salvar a «la principal piedra que sujeta el comercio local y de la comarca». Este Ayuntamiento pondrá todos los medios que tiene a su alcance para que no se pierda una de las señas de identidad de nuestro comercio y de nuestra economía«, ha señalado Raúl Caro-Accino.
Ha subrayado que ya ha mantenido conversaciones «con responsables de El Corte Inglés y de otras instituciones al objeto de encontrar un remedio a los inconvenientes derivados de la falta de negocio, principalmente, por culpa de la pandemia».
Asimismo, ha recalcado que este cierre obedece a criterios «meramente empresariales» en los que no puede entrar su Administración, si bien ha ofrecido «todo tipo de medidas» en el marco de sus competencias para que el centro de Linares «recupere la normalidad lo antes posible» y se evite, de este modo, la salida de los 230 trabajadores hacia otros establecimientos de la cadena de grandes almacenes.
Por ello, ha pedido a los directivos una «especial sensibilidad» con el municipio dada «la debacle que está suponiendo la crisis del coronavirus» en un «lugar que ya no aguanta más castigos».
Raúl Caro-Accino ha incidido en que la compañía fundada por Ramón Areces es uno de los «buques insignia» del tejido productivo español, que aprovechó el desarrollo económico del país y las facilidades que se le brindaron para implantarse en distintos puntos, como Linares. Por ello, ha apelado a su responsabilidad social para que «reconsidere su determinación de bajar la persiana de su centro linarense, aunque sea de manera temporal».
En este punto, Raúl Caro-Accino ha mostrado «todo su apoyo y solidaridad a la plantilla», compuesta en su mayoría por empleados de la ciudad y su entorno, a los que recuerda que su Gobierno «luchará con uñas y dientes para que puedan continuar con su actividad laboral en Linares».
El regidor ha lanzado un mensaje al resto de instituciones públicas para que «proporcionen iniciativas eficaces que pongan coto a este colapso económico» que sufre la ciudad desde hace años, como consecuencia de las sucesivas crisis que ha tenido que soportar por la pérdida de músculo industrial y comercial.
También ha reclamado de la oposición lealtad institucional en un contexto «crucial» para el futuro de Linares. «La pandemia se ha convertido en un tsunami que arrasa todo lo que encuentra a su paso, es una ola gigante a la que no se la ve el final. Es el momento de estar todos unidos y remar en la misma dirección para sacar a Linares del atolladero en el que se encuentra», ha concluido.