No tienen por qué llevarse mal: el truco para que un perro y un gato se toleren

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Cuando dos personas no se ponen de acuerdo y suelen discutir decimos que “se llevan como el perro y el gato”. Sin embargo, el hecho de que perros y gatos se lleven siempre mal es más bien un mito, internet está lleno de vídeos que reflejan lo contrario. Es cierto que se trata de especies diferentes que tienen lenguajes diferentes, pero aún así la convivencia en armonía entre perros y gatos, no es en absoluto difícil. A lo largo de este artículo te daremos las pautas para que puedas lograr que tu perro y tu gato se toleren y quizás lleguen a ser amigos.

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Los primeros días son claves para que perro y gato aprendan a convivir

Los primeros días de convivencia son claves y pueden ser determinantes para el futuro de la relación entre el perro y el gato. Por eso es muy importante que cuando los presentes tu estado de ánimo sea lo más calmado posible y que en ningún caso trates de forzar el proceso.Cada animal debe disponer de su propio espacio seguro y de sus propios utensilios: cama, comedero, bebedero, arenero, juguetes, etc.

Cuando decidamos que ha llegado el momento en el que perro y gato se pueden conocer, debemos hacerlo en un lugar donde estemos seguros de que el gato tiene una “zona segura” donde puede escapar en caso de sentirse agobiado por el perro. 

Durante el primer encuentro es mejor que el perro esté atado, especialmente si no estamos seguros de su reacción o no responde a órdenes básicas. Los perros son animales que cuando algo les da curiosidad tienden a ir a inspeccionar, mientras que los gatos generalmente necesitan más tiempo y distancia, de ahí que debamos controlar al perro. Seguramente la primera reacción no sea muy buena y ambos se gruñan o muestren hostiles. Simplemente tendremos que limitar las sesiones en las que los juntamos y darles más tiempo.