Tenemos una nueva estrella en los medios: Zayra Gutiérrez. No es otra que la hija de Guti, al que ahora hay que llamar José María Gutiérrez, y su ex, Arancha de Benito. De esta pareja, y sobre todo, de este padre, tal palo y tal astilla. Al exfutbolista y entrenador le encantaba la fiesta mientras militaba en el Real Madrid. Pues su hija ha heredado lo mejor de ambos, el goce de los eventos públicos. Sin embargo, no es época para salir de fiestas. Pero esto a la hija de Gutiérrez le tiene sin cuidado. Se la ha visto en numerosas celebraciones ilegales. Que ya sean ilegales tiene su cosa, pero que encima vaya sin mascarilla y sin cumplir las normas de seguridad…
Pues, aunque ella no lo crea, este comportamiento ha tenido su repercusión. Todos los medios han saltado en tromba a criticarla. Quizás piense que ella es la hija de un exfutbolista y lo puede todo. Pero está poniendo en peligro a mucha gente. Incluso a ella misma. Ya cumplidos los 20, Zayra tiene un objetivo en la vida. Aunque sea a base de polémicas y deterioro de su inexistente imagen pública, ella quiere ser famosa. Quiere vivir de la televisión, de los medios y de las redes sociales. No quiere pegar un palo al agua. Zayra Gutiérrez está desbocada y ni sus propios padres saben cómo pararla.
2Una vida de caprichos y lujos
Y es que con una madre modelo y presentadora y con un padre futbolista de élite, a Zayra Gutiérrez no le ha faltado de nada a lo largo de sus poco más de 20 años. Según todos los que la rodean, su sueño es ser influencer y no dar palo al agua.
De hecho, desde que dejó el instituto, Zayra no ha vuelto a tocar un libro. Tampoco ha pensado nunca en ponerse a trabajar. No lo necesita, ya que sus padres le dan todo lo que ella pide, sin preguntar.
Zayra está afanada en subir contenido a sus redes sociales. Así busca ganar seguidores y fans y poder generar ingresos que la mantengan. Allí muestra sus resultados en la peluquería y cómo le han dejado el pelo y las uñas.